TRES DÉCADAS DE PROTECTORADO EN PAZ: 1927-1956
INTRODUCCIÓN: TRES DÉCADAS DE PAZ, 1927-1956
ENTRE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA
Tras la dura guerra, la pacificación. El funcionamiento en paz del protectorado fue muy corto, y se pueden diferenciar tres periodos.
Entre 1927 y 1936 se asiste a una etapa en la que se procede a organizar el territorio a administrar. Como en cualquier administración colonial había una duplicidad social: la sociedad indígena, y la sociedad española o colonial propiamente dicha. Es una época de paz.
Entre 1936 y 1945 se observa un segundo periodo. Se caracteriza porque no hay guerra en el territorio, pero sí en la península primero, con miles de soldados indígenas que cruzaron el Estrecho para combatir. Tras la guerra civil se produce muy seguida la Segunda Guerra Mundial, en la que se vive la No Beligerancia del régimen franquista ante la misma, con un grado de tensión.
Por fin, un tercer periodo que ocupa la tercera década desde la guerra del Rif (1946-1956), que se caracteriza por un desarrollo del nacionalismo marroquí que llevará a la independencia de España y de Francia.
LA ORGANIZACIÓN ADMINISTRATIVA
La autoridad marroquíEl Gobierno marroquí, llamado el Majzén, estaba presidido por el jalifa o representante del sultán. El jalifa reunía en su persona los tres poderes y, además, era la máxima autoridad religiosa islámica. Dicho jalifa era elegido por el sultán, previamente propuesto por el gobierno español. El primer jalifa, Muley el Mehdi, fue nombrado en Tetuán, en abril de 1913. Ocupó su puesto hasta 1925, en que es sucedido por su hijo Muley el Hassan ben el Mehdi, entre 1925 y 1941 y, entre 1945 y 1956, ambos de la familia real marroquí de los Alauí.
El Alto Comisariado
Al frente de la administración española estaba el Alto Comisario, acreditado ante el jalifa, representante del sultán. La Alta Comisaría daba las órdenes e instrucciones. El orden lo guardaban los Regulares (tropas españolas con "indígenas" rifeños) y la Policía Indígena. El alto comisario estaba asistido por tres comandantes con sede en Ceuta, Melilla y Larache.
Hubo veinte altos comisarios en los cuarenta y tres años de duración del Protectorado, siendo sobre todo militares.
EL PROTECTORADO ENTRE LA PACIFICACIÓN DE 1927
Y EL 18 DE JULIO DE 1936
La II República y la Guerra Civil Española
Al acabar la guerra del Rif, dos grandes generales africanistas: Sanjurjo y Emilio Mola, dejan Marruecos y llegan al Madrid de finales de la Dictadura primoriverista como Jefes de la Guardia Civil y de la Policía respectivamente. Ninguno de los dos se moverá para defender al rey Alfonso XIII. El 1 de mayo de 1931, recién proclamada la II República, en la manifestación, los obreros marroquíes, arropados por notables, exigen los mismos derechos laborales que los españoles. Los gobiernos republicanos no actuaron, pero sí dieron la nacionalidad española a los judíos, cerrándose así la herida ya vieja desde 1492.
El territorio español era el lugar de conspiración militar antirrepublicana, aunque los dos golpes se planearon en la península: la Sanjurjada, en agosto de 1932, y la sublevación de 1936.
No hay ningún sobresalto grave. Las ciudades como Tetuán se urbanizan con estilo hispano morisco. El Ensanche de Tetuán, a las afueras de la histórica medina es un bello conjunto mezcla de estilo morisco y modernista, con cafés y comercios mixtos que existen aún hoy en sus aspectos estéticos. En sus calles viven españoles, tanto militares como trabajadores. Los “moros amigos” no plantean problemas. La sección más de élite del Ejército, el colonial, formado sobre todo por la Legión y los Regulares indígenas, está acuartelada en Marruecos, donde casi todos los oficiales y mandos han hecho su carrera. Juan Yagüe, Franco, Varela, Sanjurjo, Emilio Mola, y un largo etcétera, forman el elenco de militares “africanistas”, reaccionarios y criados en la crueldad que hemos visto. Algunos han conocido la guerra de Cuba en 1898. Entre los africanistas se cuentan también la gran mayoría de militares que lucharían en el bando leal o republicano. Pero en términos generales eran reaccionarios, golpistas que recuperan la costumbre de los pronunciamientos románticos de los “espadones” decimonónicos.
Interior de la medina de Tetuán
Actual calle de Mohamed V, la gran arteria del ensanche moderno del Tetuán colonial.
La parte sur del Protectorado, en torno al cabo Jubi, entre el río Draá y la línea septentrional artificial del Sáhara occidental español, o franja de Tarfaya, es una franja de territorio totalmente desértico y con el mero interés histórico de salvaguardar a los cercanos pescadores canarios.
En el periodo del llamado Bienio Radical-Cedistal, se decide el gobierno por conquistar el territorio que correspondía a España por los acuerdos de Algeciras de 1906: el territorio de Santa Cruz de la Mar Pequeña. Era un viejo enclave recuperado por los marroquíes y olvidado de la España de los Reyes Católicos. Al intentar saberse el lugar donde estuvo ese enclave de los castellanos, se estableció que era el actual lugar de Sidi Ifni, al sur de Marruecos. El general Osvaldo Capaz lo ocupó sin incidentes por el desembarco del 5 de abril de 1934. En este territorio se formaron los futuros Tiradores de Ifni, un cuerpo más de Regulares Indígenas que serían muy efectivos a los golpistas en la guerra civil.
ENTRE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA
Y LA II GUERRA MUNDIAL: 1936-1945
El 17 de julio de 1936 se iniciaba en Melilla la guerra civil. Darío Gazapo y otros mandos estaban reunidos en la Comandancia Militar de Melilla, ultimando el golpe en Marruecos, cuando la Guardia de Asalto iba a detenerlos al ser descubiertos. Con el tiroteo de los sorprendidos se adelantó la rebelión. Los Regulares Indígenas del temible Mohamed ben Mizzián ocupan el aeródromo de El Atalayón, entre Meilla y Nador, en la Mar Chica. Empezaban los fusilamientos de las autoridades, simpatizantes y militares leales a la República. La sublevación militar que se extiende por el resto del Protectorado. Unos aviones desde Sevilla que iban a bombardear a los rebeldes, bombardean por error un barrio popular de Tetuán con varios muertos musulmanes. La tensión fue tan grande que hubieron de emplearse a fondo para aplacar los ánimos de los enfurecidos musulmanes. La mañana del día 19 aterrizaba en el aeródromo tetuaní de Sannia Rammel, el alzado general Franco, procedente de Canarias. Se hacía cargo del Ejército de África. Allí organizó el convoy marítimo del paso del Estrecho. El éxito fue por la gestión hecha en Roma por Alfonso XIII, amigo personal de Mussolini, de lograr que el Duce enviase unos aviones Saboya para cubrir a las tropas embarcadas. Era una repetición, siglos después de la invasión de 711. Miles de Regulares Indígenas y mercenarios rifeños se alistaron para luchar (y saquear con ganas) en el territorio metropolitano, como ya lo habían hecho en los sucesos de octubre de 1934 en Asturias.
El avión Dragón Rapide, el que sobrevoló, con Franco, de Tenerife a Tetuán los días previos a la rebelión militar de 1936.
Ya le dijo Franco a su primo hermano “Pacón”, que no se explicaría a sí mismo sin la “llamada” de África, la cual acabó de formar su personalidad. En realidad no volvió a Marruecos tras el estallido de la guerra.
Al estallar la Segunda Guerra Mundial, la zona de Tánger, que como sabemos era Protectorado internacional de la Sociedad de Naciones, se convirtió en un nido de espías de uno y otro bando. En realidad, la famosa película de Casablanca, de Bogart, se inspiró en el ambiente tangerino, no en la entonces incipiente ciudad industrial y portuaria de Casablanca. El régimen franquista aprovechó la derrota francesa en 1940 para ocupar Tánger unilateralmente, aduciendo problemas de seguridad y abandono francés. La ocupación duraría hasta el final de la II Guerra Mundial en 1945, cuando los aliados obligaron a Franco a la evacuación, sí o sí. Hubo momentos de tensión a finales de 1942, cuando el ejército norteamericano desembarcó en la costa atlántica para atacar a Rommel en Túnez y Libia. España era un país “no beligerante activo”, eufemismo diplomático para no ser neutral pleno. Antes, en 1940, en Hendaya, Franco pidió a Hitler el protectorado francés y gran parte del África occidental. Era el sueño imperial del gallego.
En 1943, con Marruecos libre del régimen de Vichy, los nacionalistas de la zona francesa tomaron conciencia de la necesidad de iniciar la lucha por la descolonización, naciendo los primeros partidos políticos. En el Protectorado español surgió el Partido Reformista, el cual ya publicó un manifiesto por la independencia. Fue tolerado por el Alto Comisario. El partido tenía el apoyo velado del jalifa.
El sultán de Marruecos Mohamed V, de la vieja casa Alauí, se opuso abiertamente en 1944 a las órdenes del Residente francés. Este gesto era un síntoma de la creciente agitación nacionalista en contra del dominio extranjero.
LA ÚLTIMA DÉCADA: GUERRA FRÍA
E INDEPENDENCIA: 1946-1956
En 1946 el Partido Reformista reclama que los marroquíes puedan explotar las riquezas de su país en empresas mixtas con los españoles, al estilo de lo que ya se permitía en el Marruecos francés. Son años de despertar del anticolonialismo. Los nacionalistas afroasiáticos descubren la debilidad de los europeos. También son años de la llamada “Guerra Fría” entre los dos grandes vencedores de los nazis y de antagónica visión del nuevo orden mundial a construir. Los diferentes territorios a descolonizar se decantarán por uno u otro bloque: “pro” o “anti” occidental.
En 1948 los partidos nacionalistas marroquíes forman un Frente Nacional con el objetivo de lograr la independencia. En repetidas ocasiones, el sultán señaló que él deseaba lo mismo. Por ello, en 1952, Francia depuso al sultán y lo desterró sustituyéndolo por otro: Muley Ben Arafa, también miembro de la familia aluí. España mostró su descontento por no haber sido informada previamente: en 1954 Franco declara que el Protectorado español permanecerá bajo la soberanía del jalifa, nombrado por el sultán, ya que el cese de éste exigía el consentimiento previo español. Esos años eran de tensión entre la Francia de la IV República y el régimen franquista, por ello, los franceses ya ninguneaban a Franco. En 1955, El Glaoui (señor de la guerra del zona de Marrakesch y colaboracionista con Francia), y la autoridad francesa en Marruecos, respaldados por el Alto Comisario español, el general García Valiño, querían ofrecer provisionalmente el trono de Marruecos entero al jalifa de la zona española: Muley Hassan Ben Mehdi, más manejable para los europeos. Además Franco, de esta forma intentaba sustituir a Francia en Marruecos. Sin embargo, por esas fechas los franceses estaban perdiendo la guerra contra de la resistencia. Esto hizo que la situación en el Marruecos francés fuese deteriorándose, con aumento de la violencia y los atentados, lo que llevó a los franceses a permitir el regreso del sultán en 1955 y destituir a Ben Arafa. El 2 de marzo de 1956, Mohammed V consiguió la independencia de su país por el gobierno de Francia -ya agobiado por la guerra de Argelia-, sin consultar para nada a Madrid.
Ese invierno de 1956 el régimen franquista había tenido una violenta y grave crisis universitaria, con incidentes callejeros, desconocidos desde la guerra, entre estudiantes liberales y el falangista SEU, a causa de unos incidentes ante la embajada británica por el tema, siempre recurrente, de Gibraltar. El día 7 de abril, a pesar de la oposición de ciertos sectores militares, el gobierno franquista se veía obligado a reconocer apresuradamente la independencia del Marruecos español. Nacía un nuevo estado independiente en el Magreb. Al sur, los territorios de Tarfaya Sidi Ifni y el Sahara, no entraran en el lote inicial. Tampoco hubo ninguna concesión en los casos de Ceuta y de Melilla, ciudades o plazas militares metropolitanos.
Franco y Mohamed V en Madrid ante la independencia del Protectorado español. 1956
Rafael García Valiño, último Alto Comisario español en Marruecos.
El problema marroquí no había acabado, ni mucho menos. Los últimos cincuenta años siguieron las fuertes tensiones (pudo haber habido dos guerras declaradas, porque dos reales hubo: en 1957-58 en Ifni y el Sahara; y entre 1970 y 75 en el Sahara de nuevo) con el reino Alauí de Marruecos, tensiones que duran hasta la actualidad (inicios de la segunda década del siglo XXI: barcos pesqueros españoles detenidos y llevados a Casablanca, incidentes a diario en las fronteras de Ceuta y Melilla, o el ruidoso incidente del islote de Perejil). En la siguiente entrada analizaremos estos últimos cincuenta años.
¡tanta sangre para esto!...Unos 80.000 muertos en total nos costó la broma. Y todo para jugar a ser como los británicos o franceses y jugar a colonialistas...de medio pelo, claro.
¡tanta sangre para esto!...Unos 80.000 muertos en total nos costó la broma. Y todo para jugar a ser como los británicos o franceses y jugar a colonialistas...de medio pelo, claro.