En esta nueva entrada expongo algunos mapas de la Edad Media peninsular. Como en la anterior, adelanto los mapas y, poco a poco los iré comentando el con tiempo y añadiendo otros que me vayan saliendo. Los datos representados son de forma tosca. Ya dije que se debe a mi escasa formación informática.
Saludos.
El siglo V d.C. contempla el final del Imperio Romano de Ocidente (476) a manos de las naciones bárbaras llegadas de Europa Oriental. La Península Ibérica fue ocupada en su mayor parte por los visigodos, los cuales, como pueblo bárbaro y atrasado, tendrán muchas dificultades para someter todo su territorio.
Desde su llegada tendrán que enfrentarse a varios retos:
1) En el extremo noroccidental se encuentra el asentado reino bárbaro de los suevos, que ocupaban la actual Galicia, gran parte de la mitad norte de Portugal y la mitad occidental de Asturias. Tras largas guerras, acabó siendo sometido.
2) Justo en el extremo sureste se produjo el desembarco de los bizantinos, que en tiempo de su emperador Justiniano intentaron reconquistar el viejo -y caído en manos de los bárbaros- territorio del Imperio Romano de Occidente. Tras también largas luchas fueron expulsados. Hasta aquí dos grandes retos solucionados.
3) Los visigodos, como los romanos anteriormente, y los musulmanes en tiempos posteriores, se estellaron con el muro de la Cordillera Cantábrica y sus pueblos escasamente romanizados: astures, cántabros y vascones. El rey Leovigildo enció varias expediciones de castigo exitosas, aunque no consiguió el sometimiento definitivo. De hecho, en 711, el último rey godo, don Rodrigo, estaba en una campaña de castigo contra los astures.
4) Por fin, dentro de su propio territorio, los monarcas visigodos hubieron de enfrentarse a unos poderosos señores locales, los cuales escapaban al control del Estado central. Uno de esos señores feudales, don Julián, señor del sur, enfrenado al rey Rodrigo, aprovechó la nueva campaña contra los astures del norte y llamó en su ayuda a los recién convertidos al Islam: los beréberes del Magreb. En la batalla del Guadalete (711), cerca de la actual Jerez de la Frontera, los musulmanes aplastaron al ejército visigodo. Acababan así los tres siglos de existencia del primer Estado español de la historia.
Acababa el siglo VIII y en la Península encontramos el segundo Estado español independiente que ha sustituido el visigodo: el emirato independiente de Córdoba. Como es sabido, tras unos años de dominio árabe (emirato de Al Ándalus dependiente de Damasco), el superviviente de la familia Omeya a la matanza familiar a manos de los Abbasíes, Abderramán, logra formar un nuevo estado al margen de Bagdad, pero obedeciendo la autoridad religiosa de aquella dinastía. Korduba será ahora la nueva capital frente a Tolaitola. Casi toda la Península quedó dominada salvo una pequeña franja septentrional.
En esos enclaves defendidos por la Cordillera Cantábrica (recordemos que ante ella se habían estellado antes romanos y visigodos) surgen los núcleos de resistencia cristianos.
a) Núcleo Astur. Las autoridades cordobesas no dominaron por completo la zona y se limitaron a implantar un valí en Gijón para recaudar impuestos. Una negativa a pagarlos, propició una rebelión de un personaje aún enigmático: Pelayo, que emboscó en los valles de los Picos de Europa a una tropa de castigo andalusí contra él. La batalla de Covadonga se exageró sobremanera, pero sirvió para asentar un pequeño reino del Eo al Asón y de las cordillera al Cantábrico.
b) Núcleo Vascón. Los vascones quedaron en su tradicional independencia, ajenos a los sucesos históricos cercanos.
c) Núcleo Navarro. Más al este, a las faldas del Pirineo, se forma un reino pirenaico también cristiano.
d) Núcleo Aragonés. Los valles transversales al Pirineo Axial favorecen la formación de dominios cristianos en torno a Jaca.
e) Núcleo Catalán. El Pirineo Oriental queda controlado por los francos del norte, que forman la Marca Hispánica (reunión de condados) como tapón defensivo ante cualquier problema que pudiese sobrevenir del sur peninsular.
El Mediterráneo queda redistribuido en tres grandes áreas tras los cinco siglos desde la caída del Imperio Romano.
a) Occidente. Es la zona más atrasada. Los reinos bárbaros no logran reestablecer el viejo imperio latino. En este periodo Carlomagno, rey franco, intentó restableceer un Sacro Imperio Romano Germánico, pero fracasó a su muerte. Hasta alrededor del año 1000, Europa occidental sufrirá incursiones de los eslavos por el este, de los vikingos por el sur y, desde el siglo VIII por los musulmanes al sur. Sólo muy lentamente, desde el siglo XI empezará a despertar muy lentamente, libre ya de los ataque exteriores.
b) Imperio Bizantino. Desde que Teodosio dividiera en dos estados el Imperio Romano, la parte oriental, dada a Arcadio, era la más próspera y poderosa, logrando repeler los asaltos de los bárbaros, que hubieron de atacar el oeste.
En el siglo VI el emperador Justiniano I intentó, en el periodo de mayor esplendor de Bizancio, restaurar el imperio occidental. Consiguió someter casi toda Italia, el norte de África y el sur de Hispania. Sin embargo, tras su muerte empezaron varias crisis internas (como la iconoclasta o el cisma con ortodoxo con el papado de Roma) minarán esta civilización con capital en Constantinopla.
Desde este siglo XI, los musulmanes la van menguando territorialmente: pierde el Próximo Oreinte y todo el norte de África. Solo los ataques de las cruzados occidentales le salvan de su caída hasta 1453.
c) El islam. Esta civilización de religión monoteista surgirá con fuerza desde la fecha de la Hégira (año 622, huida de La Meca a Medina). El profeta Mohamed logró someter y convertir al Islam a las tribus árabes de toda la península. Tras su muerte, sus familiares (los califas vicarios) inician la expansión. La dinastía siria de los Omeya, tras acabar con el último familiar del profeta, Alí, conquista el norte de África (Magreb) y amenaza al Imperio de Bizancio, que desde entonces está a la defensiva.
En torno a este año 1000, la civilización cristiana occidental inicia lentamente su recuperación y expansión hasta la crisis de los siglos XIV y XV, para salir reforzada de la misma a fines del último siglo y dando fin a la milenaria Edad Media. En nuestra Península, el auge se traduce en el inicio de la expansión cristiana hacia en sur (Reconquista) y la caída del Islam peninsular.
De forma muy esquemática y simple exponemos el feudo o señorío medieval. Se formaron con el avance de la Reconquista. Al iniciarse una campaña de conquista de un territorio, los señores feudales, en teoría vasallos del rey, aportaban tropas a las mesnadas reales. Al finalizar las anexiones llegaba el reparto del botín, que se repartía entre los vencedores. Los territorios de realengo quedaban en poder real, otros territorios se dividían entre los nobles, y el resto se daba a la Iglesia y a las Órdenes Militares.
Los territorios de cereal se dividían para la práctica de la rotación trienal, con el barbecho y el cereal secundario. La mayoría del feudo era de la reserva señorial y trabajado por los siervos campesinos. En torno al castillo señorial y la abadía se localizaban las aldeas de los siervos y las tierras de uso comunal.
La vida en el castillo era de ociosidad para el señor, que solo se divertía con los torneos con otros nobles. Servía de refugio de campesinos en tiempos de asaltos y guerras. Por su parte quedaba la aldea, lugar de residencia del mísero campesino, recinto de vida escueta y de subsistencia.
Mayor complejidad tenía la abadía. Eran lugares de producción agraria y cultural, así como poseían una función religiosa. La basílica con el claustro adosado, en torno al cual se disponían las celdas monásticas y las celdas de la hospedería para alojar a peregrinos, era el centro principal de la vida religiosa. El taller de los monjes y las tierras labradas conjuntamente con la servidumbre, hacían de ellos importantes centros de producción. Por último, la biblioteca y la escuela para hijos de siervos, hacían de ellos verdaderos refugios de la cultura clásica grecolatina en una época tan bárbara para la cultura occidental.
Para el comentario de estos mapas seguidos remito a mis entradas del año pasado, en que inicié la elaboración de mapas históricos:
http://histocliop.blogspot.com/2011/05/ahi-van-dos-mapas-elaborados-por-mi.html
http://histocliop.blogspot.com/2011/06/mapas-de-evolucion-de-la-reconquista-la.html
http://histocliop.blogspot.com/2011/06/la-edad-media-en-mapas-y-3-la-peninsula.html
El siglo XIII la Corona de Aragón culmina su "Reconquista" peninsular. El rey Jaume I el Conqueridor ha conquistado la actual Comunidad Valenciana y las islas Baleares. Al sur del río Segura se han instalado los castellanos de Alfonso X el Sabio. La corona vive un momento de gran dinamismo y la naciente burguesía, junto a la nobleza y el trono, están interesados en continuar la serie de conquistas. Para ello, el espacio mediterráneo central y oreintal se muestra como posible lugar de expansión, así como los territorios ultrapirenaicos.
El Roselló, Sicilia, los ducados de Atenas y Neopatria, y Cerdeña, caen en manos de las tropas catalanas mercenarias -los almogávares- de Roger de Flor y Roger de Lauria. Una flota poderosa se había construido en las viejas Atarazanas barcelonesas (actuales Dressanes). Ya en el siglo XV el rey Alfonso el Magnánimo, crea en Nápoles su florida Corte. Era el cénit del poder de la Corona de Aragón, en la que años antes -Compromiso de Caspe- se había introducido la dinastía castellana de los Trastamara en persona de Fernando de Antequera.
SIGUIENTE ENTREGA: LA EDAD MODERNA
4 comentarios:
Son impresionantes!, que bien se ve como España iba siendo gobernada.
Un abrazo
Buenos mapas los de esta nueva entrega. Guardo algunos para clase.
Un saludo.
Hola Mari-Pi-R, encantado que te estén gustando los mapitas.
Hola colega, es un honor para mí que le sirvan para sus clases a alguien como tú. Úsalos como, donde y cuando quieras. Para eso están hechos, para que sirvan y enseñen. Yo los uso también para las mías. Seguiré entregando más mapitas.
Saludos y FELIZ AÑO.
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