Tras ver dos sucesos dramáticos en la historia de la Ciudad de México, ahora hacemos una vista a la plaza de Tlatelolco actual o plaza de las Tres Culturas. Una plaza muy grande, difícil de abarcar de un simple golpe de vista. Tres culturas se aprecian: la azteca indígena (restos arqueológicos), la colonial española (iglesia franciscana de Santiago) y el México mestizo de hoy (los bloques de la Secretaría de Relaciones exteriores), ese resultante de aquellos españoles que se mestizaron con los aztecas de antaño.
Para seguir leyendo y estar lo mejor guiados posible, hacemos clic en la foto del panel explicatico. Pude sacarlo a duras penas para poder leer los signos convencionales. La visita está muy bien guiada por ese panel y otros que hay en cada parada. El lugar es sumamente agradable y los restos están muy cuidados en ese circuito muy didáctico.
Panel explicativo.
Un gran templo, restos de mansiones, etc, muestran la importancia que tuvo este conjunto arqueológico azteca. Pueden apreciarse las escalinatas que se repiten en todo el país, esas escaleras testigo de aquellos desgraciados que rodaban con el tórax abierto y sin corazón.
Una de las calles internas dentro del yacimiento.
Calles internas relativamente conservadas, con gran estilismo de los muros de manpostería y barandillas como puntos de observación.
Tras la visita de los restos se llega al templo de Santiago. No es muy monumental, pero tiene gran valor histórico. Entre sus muros Fray Bernardino de Sahagún escribió su obra Historia de las cosas de Nueva España, manual de consulta por cualquier investigador de la historia prehispánica y colonial del país. A su lado el que fuera convento, aunque exclaustrado por el gobierno Juárez, en sus leyes de la Reforma, algo similar a nuestra Desamortización del ministro Mendizábal.
Iglesia de Santiago.
A sus pies la ruinas.
Detrás los modernos bloques.
Claustro del convento.
Azulejo informativo.
La obra.
La obra del fraile franciscano es considerada como el inicio de la antropología. Se dedicó a recolectar informaciones de tradiciones, religión, cultivos y demás aspectos de la vida indígena. Su fuente eran los relatos orales que le contaban los indios a su servicio. Envió una copia a Roma Fray Bernardino. Hoy se conserva en Florencia, de ahí su otro nombre: Códice Florentino.
Fray Bernardino de Sahagún.
Nació este religioso en Sahagún de Campos y, tras estudiar en Salamanca y hacerse clérigo de la orden franciscana, emigró a América. Allá llegó con un puñado de monjes franciscanos tuvo el empeño de evangelizar aquél imperio azteca recién conquistado. Fue muy longevo, nada menos que 91 años vivió, entre 1499 y 1590, muriendo en Ciudad de México.
Un lugar este de Tlatelolco muy agradable para los amantes de la arqueología y de la historia en general. Se sitúa en una zona algo degradada, al noroeste de la cuadrícula ortogonal, ese conjunto de cuadras del viejo recinto virreinal y Patrimonio de la Humanidad, fuera del Eje Norte. Algo también más al norte de la Plaza de Garibaldi y casi al final del monumental y gran Paseo de la Reforma. Se llega en el metro, en la línea 3, a cinco estaciones de la central de Zócalo.