martes, 14 de abril de 2009

TRES DÍAS QUE CAMBIARON ESPAÑA: 12, 13 y 14 ABRIL

Bandera tricolor de la II República
Alegoría de la II República

Nacimiento de la II República en la madrileña Puerta del Sol
14 de abril de 1931


Introducción
Los días 12 a 14 de abril quedaran grabadas como unas fechas cruciales de nuestra historia. Entre el domingo 12 y el martes 14 los españoles derribaban por segunda vez la monarquía secular de los Borbones. En realidad era la tercera vez que esta dinastía perdía el trono. En las abdicaciones de Bayona (primavera de 1808) el nuevo rey Fernando VII, tras derrocar a su padre Carlos IV en Aranjuez el 19 de marzo, perdía el trono español en favor de Napoleón que, a su vez, lo entregaba a su hermano José Bonaparte. Tras una cruenta guerra contra la Francia napoleónica, volvería Fernando VII como rey en 1814 tras anular la legislación burguesa de Cádiz y su Constitución de 1812. Por ello no es un derrocamiento desde dentro, por el pueblo español, sino por imposición francesa. Por ello solo se consideran derrocamientos los de 1868 y 1931.
Primera caída, septiembre de 1868
En septiembre de 1868 el general Prim desembarca en Cádiz con la escuadra sublevada por el almirante Topete y derroca a Isabel II, abuela de Alfonso XIII, el rey que cae en abril de 1931. Se iniciaba, tras un periodo constituyente, una efímera monarquía de la casa de Saboya en persona de Amadeo I. En febrero de 1873 abdicaba y se proclamaba la I República que no duró ni un año. En enero de 1874 un golpe de Estado acababa con ella. Tras una dictadura personal del general Serrano, otro golpe de Estado (Sagunto, diciembre de 1874) volvía a implantar la monarquía borbónica en persona de Alfonso XII, hijo de la expulsada Isabel II.

Segunda caída, abril de 1931
El régimen nacido en el golpe de Sagunto llamado la Restauración, no pudo implantar una monarquía realmente moderna y parlamentaria de veras. La Constitución de 1876, aunque de fachada era democrática, no desarolló un verdadero bipartidismo. Los partidos dinásticos, el Liberal de Sagasta y el Conservador de Cánovas, se turnaban en elecciones amañadas por los cacíques. Tras el desastre cubano de 1898 y los conflictos del nuevo siglo XX , la monarquía, tras la regencia de María Cristina, en la persona de Alfonso XIII (1902-1931) apenas puede prolongar su agonía. En 1917, el año crucial (revolución en Rusia, Primera Guerra Mundial), el Estado español de la Restauración perdió la oportunidad de salvar la monarquía con el inicio de un verdadero proceso constituyente que buscó el catalán Francesc Cambó en la Asamblea de Parlamentarios en Barcelona (julio). La huelga general revolucionaria de agosto, la conflictividad social a causa de la subida de precios por la neutralidad española en la guerra que degeneró en el pistolerismo y el terrorismo en Barcelona sobre todo, además del desastre militar en Marruecos (Desastre de Annual-julio de 1921), llevaron a la dictadura de Primo de Rivera en septiembre de 1923. Tras ella, la monarquía alfonsina de Sagunto tendrá los días contados.

La crónica entre enero de 1930 y abril de 1931 es la que sigue:

1930
Miguel Primo de Rivera dimite ese enero. Abandona España y muere al poco en París, exiliado. Así pagaba Alfonso XIII al que le mantuvo en su trono algo más de seis años. El general Dámaso Berenguer, también africanista, ocupaba la presidencia del gobierno. Era la "Dictablanda". En 1930 tocaba a su final la ola de prosperidad de los "Felices Veinte". El crack de Wall Street pasaba factura al mundo y a España. Vuelven las huelgas y los distubios estudiantiles en las principales Universidades españolas. La madrileña calle de Atocha, donde de encontraban las facultades de Ciencias, es escenario de duros enfrentamientos contra la Guardia Civil y la Policía. En agosto la oposición se reune en San Sebastián, donde firma un pacto para derribar la monarquía. Firmantes: republicanos todos, socialistas y nacionalistas catalanes de Esquerra.

Entre el 12 y el 15 de diciembre fracasan dos golpes militares en Jaca (Huesca) y en Cuatro Vientos (Madrid). Fermín Galán y Ángel García Hernández son condenados a muerte en consejo de guerra y fusilados el 14 en Huesca. El 15 los pilotos de Madrid huyen al desistir de bombardear el Palacio Real. Ramón Franco, hermano del futuro dictador es el protagonista. El rey negó el indulto para Galán y Hernández, por lo que creó dos mártires nuevos y aumentó su impopularidad. Esas navidades del 30 al 31 serían las últimas que vería vivo el rey de España.

1931
Se inicia el año y prácticamente los intelectuales son casi todos republicanos: Machado, Unamuno, Gregorio Marañón, etc. El flamante periodista y filósofo José Ortega y Gasset, autor de La rebelión de las masas, carga contra la monarquía en un artículo titulado "El error Berenguer" acaba con un "Delenda est monarchia". Critica las declaraciones de Berenguer en las que abogaba por volver al sistema de la Restauración con un "aquí no ha pasado nada".
El 17 de febrero se forma el nuevo gabinete del almirante Aznar tras la dimisión de Berenguer. El nuevo presidente elabora el calendario electoral. El 12 de abril serían las elecciones municipales y el 28 de junio las generales a Cortes.

TRES DÍAS CLAVE

Domingo 12 de abril
La jornada electoral se desarrolla sin incidentes. Por la tarde Alfonso XIII regresa a Palacio tras su paseo vespertino por El Pardo. Le llegan los primeros resultados. Las candidaturas monárquicas han sido barridas en las grandes ciudades. La cena se desarrolla en total postración real. Es la primera vez que se celebran unas elecciones mínimamente límpias y es la primera vez que la monarquía pierde unas elecciones. Por primera vez, desde 1875, el sistema de la Restauración y sus tinglados se derrumban por completo. Madrid tendrá un alcalde republicano: Pedro Rico.
Lunes 13 de abril
Es un día de calma chicha. Por la tarde se celebra un consejo de ministros. Nada parecía presagiar lo del día sigueinte: España se acostaba monárquica y se levantaba republicana.

Martes 14 de abril, nace la "Niña Bonita"
A las seis de la madrugada los concejales electos en Éibar proclaman la República en la Casa del Pueblo y luego en la Casa Consistorial. En Madrid, el rey desde muy temprano ordena acabar con las manifestaciones en la Puerta del Sol madrileña. El general Sanjurjo, director de la Guardia Civil se niega a intervenir. El Ejército recomienda respetar la voluntad nacional. Alfonso XIII está solo. Romanones le aconseja salir de España tras negociar con los republicanos su huída rápida del país.
A la caída de la tarde las manifestaciones republicanas se suceden en toda España. La Puerta del Sol de Madrid es un hervidero, sobre todo cuando llegan las nuevas autoridades republicanas al viejo edificio de Gobernación, hoy Comunidad de Madrid. La bandera tricolor vuelve a lucir desde la caída de la I República en 1874. Ambas repúblicas nacieron tras dos huídas reales: la de Amadeo I y la actual de Alfonso XIII.
Hacia las 20,30 horas sale escoltado el rey de la puerta trasera del Palacio. Su rumbo, Cartagena, donde debía llegar antes del amanecer. Por los pueblos que atravesaba las miradas agresivas se dirigían hacia la caravana, inclusive en el Real Sitio de Aranjuez.

Tras el desastre
Al amanecer del 15 Alfonso XIII embarca para Marsella. Esa mañana salía la Reina Victoria Eugenia del Palacio en dirección a Galapagar escoltada por Sanjurjo. Allí tomaría en tren hacia Irún. La familia real se reuniría en París.
Alfonso XIII tiene casi 45 años y está avejentado. Su matrimonio a punto de romperse y sus hijos varones, salvo don Juan, tarados por las enfermedades. Su exilio en los años treinta discurre entre el ocio y la desesperanza: los resultados electorales durante la República no son optimistas para la monarquía.
En el verano trágico de 1936 consiguió que Mussolini apoyase al bando rebelde. Siempre fue admirador del fascismo italiano y ahora residiría en Roma. en 1939 felicitó al vencedor de la guerra Francisco Franco con la esperanza de que restaurase la monarquía, pero el dictador no estaba por la labor. En febrero de 1941, en plena Segunda Guerra Mundial, fallecía en Roma en la soledad casi total. Tenía 54 años.
Alfonso XIII sabía que solo podía volver al poder en caso de un nuevo golpe de Estado. En 1931 estaba solo y no tenía otra alternativa que abandonar España. Siempre pensó en volver al poder por la fuerza, inclusive al llegar a Cartagena lo pensaba. En 1939, tras la guerra, abandonó esa esperanza. En 1931 Madrid estaba muy lejos de la costa para huir del país en caso de revolución violenta. La trágica experiencia zarista se cree le influyó en la idea de huir antes de que fuese demasiado tarde.
¿Qué hubiese pasado si decide quedarse ese 14 de abril? Primero tendría que haber disuelto la manifestación de las calles, seguro que con un baño de sangre. En segundo lugar esperar las elecciones generales de junio. El resultado hubiese sido más desfavorable aún. Publicó un manifiesto en el que dejaba entrever su salida provisional, solo provisional. Decía salir voluntariamente del país para evitar una guerra civil. En realidad se marchó porque no tenía otra salida. Antes de fallecer abdicó en su hijo don Juan como heredero. Don Juan protagonizó desde su exilio de Estoril (Lisboa) desencuentros con el dictador y solo consiguió que su hijo Juan Carlos fuese autorizado a estudiar en España.

Restauración monárquica
En 1969, ante la vejez del dictador Franco, éste dispuso que el príncipe Juan Carlos reinase como Juan Carlos I de Borbón como su sucesor. En 1975, en noviembre era nombrado rey de España ante la oposición de su padre hasta 1978. Don Juan entró en España en plena guerra civil al lado del bando franquista. El general Mola le detuvo en Burgos y le exigió abandonar España y no volver bajo amenza de fusilamiento. En 1945 se declaraba rey demócrata. Falleció en 1993. Lograba ser enterrado en el Panteón de El Escorial, al haber sido padre de rey, sin haberlo sido él, cosa que ansiaba mucho.

En 1980 volvía a España el cuerpo del rey Alfonso XIII. El fallo, a mi entender personal, es haberlo traido por barco y desembarcarlo por Cartagena. Una bofetada histórica. Pero bueno, eso ya es harina de otro costal.

2 comentarios:

José Luis de la Mata Sacristán dijo...

Cambiaron España, pero un nuevo régimen no se construye en tan breve espacio de tiempo. En mi opinión la República cometió un error estratégico con la urgencia en las reformas, las cuales, aunque eran necesarias, se tendrían que haber cocinado a fuego lento, y me explico la Reforma Agraria enfrentó al estado con los terratenientes, los cuales seguían ostentando el poder económico, la reforma militar sobre todo el sistema de ascensos por méritos de guerra supuso ponerse en contra a los militares africanistas (el núcleo duro del ejército) y por último y quizás la más importante la laicidad del Estado que lo enfrentó con la Iglesia.
Insisto en que las reformas eran necesarias, la agraria para paliar la situación del campesinado, la militar para poner coto al ejército y la laicidad, bueno en esto aún estamos, y digo que el enfrentamiento con la iglesia fue el peor por que la iglesia contaba con lo que no tenían terratenientes ni militares base popular e influencia sobre el pueblo.
Claro que anarquistas y comunistas hubieran dado muchos más quebraderos de cabeza... en fin que fue una época convulsa que terminó de la peor manera posible.

Juan dijo...

Hola José Luis, gracias por tu comentario. La verdad es que tienes razón, los republicanos se aceleraron demasiado y acabaron estrellándose. Fueron unos quijotes en el fondo. De todas formas el enemigo que tenían enfrente le daba igual, con reformas lentas o revoluciones profundas estaban conspirando desde el mismo momento en que esa muchedumbre alegre se reunía en la Puerta del Sol y en otras plazas españolas y proclamaba la II República llamada también La Niña Bonita. entre esas elecciones muncipales y del 12 de abril y las genrales del 28 de junio, se sucedieron quemas de conventos y durísimos enfrentamientos dialéticos. Y era solo el comienzo porque, vinieron después las discusiones al redactar la Constitución de 1931, las matanzas de campesinos en Casas Viejas, alzamientos anarquistas, Sanjurjada en agosto de 1932, etc, etc. La gran tensión de 1934 en Asturias sobre todo, las elecciones del Frente Popular, los asesinatos que culminaron en el del teniente Castillo y CAlvo Sotelo. La guerra estaba servida. La derechona y algunos sectores de la extrema izquierda fueron culpables de la mayor tragedia de nuestra historia contemporánea ya de por sí tremebunda: Fernando VII, guerras carlistas, sangría marroquí, violencia, etc, etc. DE TODAS FORMAS HOY PODEMOS SENTIRNOS FELICES DE PODER DISFRUTAR DE NUESTRA DEMOCRACIA QUE, A MI ENTENDER, ES LA PROLOGACIÓN DE AQUELLA.
SALUDOS.