lunes, 21 de diciembre de 2009

1979/2009, DOS FINALES DE DÉCADA (Y 2): 2009, TREINTA AÑOS DESPUÉS

Última semana del agonizante año de 2009. Treinta años después de aquél mundo que veímos en la etrada anterior. Acaban los diez primeros años del siglo si aceptamos que el año dosmil no es el último del novecientos. Vayamos a examinar como es el mundo tres generaciones después. Veamos en qué cambiamos y en qué permanecemos igualitos. El que escribe estas líneas dejó atrás ya la juventud y está entrando en eso que se llama la primera madurez. Sigue siendo el mismo en esencia, aunque reconoce que mucho más equilibrado, más maduro que por sabio, como el diablo. Tiene la suerte de "comer" de la Historia, cosa que no tenía nada claro hacía treinta años. Ya no es un votante de izquierdas como en 1979, pero tampoco de derechas: eso es más difícil que hacerme del Opus. Sin embargo, se ve a sí mismo como mucho más cosmopolita, abierto, solidario, y maduro de mente. Sus preocupaciones ya no son el marxismo o el asentamiento de la democracia: se preocupa por la educación de la gente, por el medio ambiente, por el nivel de vida de los países llamados del sur o subdesarrollados, etc. Lo que mantiene intacto es la incertidumbre hacia el futuro de la humanidad. En fín vayamos al grano.

TRAS LOS PRIMEROS DIEZ AÑOS DEL SIGLO Y DE EUFORIA ECONÓMICA EN OCCIDENTE, LLEGÓ UNA DURA CRISIS ECONÓMICA MUNDIAL

2009: DEL ZAPATAZO A BUSH AL GUANTAZO A BERLUSCONI

Invierno del hemisferio norte
Se iniciaba el año 2009 como hacía treinta años: con una durísima crisis económica y un paro es aumento vertiginoso en España. Sin embargo, un esperanza quería la humanidad que fuese realidad, realidad que necesitaba: miraba a USA. El bushismo se despedía ya definitivamente. Ocho años de conflicto enquistado en Próximo Oriente, con sus guerras de Irak y de Afganistán, agravados con la aparición del islamismo terrorista de Al Qeda o el atentado de la Gemelas en Nueva York, el fenómeno atómico iraní, una Latinoamérica muy populista, una miseria agravada en e Tercer Mundo, etc, etc.

Barack Obama, un símbolo de la nueva USA:
el 44 presidente es un demócrata de raza negra.

El 20 de enero se produjo la toma de posesión del nuevo y flamante cuarenta y cuatro presidente de USA, con el precedente que no es AVISPA=WASP (White, Anglo-Saxon, and Protestant) ni, tan siquiera, blanco. El Partido Demócrata volvía al poder yankee. Como sabemos, 30 años antes, otro demócrata, James Carter ocupaba la Casa Blanca.
A lo largo de todo el año, el asunto de Irán, treinta años después de aquella revolución, sigue en la actualidad. En estos treinta años el país de los ayatolás no solo sigue su radicalización islámica y su chiísmo, sino que desde hace ya unos años atrás, está casi a un paso de poseer la bomba atómica y entrar en el club de países poderosos. El presidente Almadineyah reta al mundo como hace treinta años lo hacía Jomeini.
Ni que decir tiene que si hace treinta años se producía la invasión soviética de Afganistán, treinta años después sigue ese protagonismo pero mucho peor: ya no hay soviéticos, ni rusos, hay nortemaricanos y fuerzas internacionales, hasta ¡españoles! ¡quién lo iba a decir que treinta años después de 1979, aquél país acomplejado de Europa iba a tener un ejército de ocupación!
Irak no se imaginaba que iría a peor aún tras el derrocamiento del tirano Sadam Hussein: muertos cada día, pero no muertos de militares, de terroristas que evitan a los civiles inocentes, ¡no! muertos inocentes y a cientos, no importa ya nada, el caso es matar civiles inocentes, niños, ancianos, qué más dá.
En el panorama casero, decir que el invierno recordó a los españoles el problema de la corruoción y, a veces, su impunidad. El caso Gurtel nos fue dando todo tipo de sorpresas y escándalos vergonzosos y vergonzantes.

Anuncio de la primavera
Como ya es normal en España y en la Unión Europea en general, primavera significa elecciones. En España dos Comunidades Autónomas de las llamadas históricas: Galicia y el País Vasco son llamadas a las urnas el día 1 de marzo. Casi treinta años después, en el País Vasco algo se movía a mejor: el terrorismo de ETA solo puede asesinar ya a cuentagotas, dada la dura presión policial hispanofrancesa y el aislamiento social creciente. Pero lo realmente diferente de hace treinta años es que, si parecía que el PNV sería el partido hegemónico para siempre, por fín salía un lendakari nacionalista -Ibarretxe- y entraba un "maketo": Patxi López, resuelto a resolver el problema vasco. El PNV pataleó pero, tuvo que ceder a los designios de la democracia.
La primavera española siguió lentamente con el triunfo contundente del nuevo Barça ante el Real Madrid en el Bernabéu por 2 a 6 y sus triunfos uno tras otro. El autor del blog sufría la segunda gran humillación de su equipo merengue en su vida: le recordaba el 0-5 de 1973, también en el Bernabéu.
La Unión Europea decidió un parlamento más conservador (4-7 de junio), treinta años después de las primeras elecciones de aquella Comunidad Económica Europea de 1979.

Dos lendakaris vascos: el actual Patxi López, socialista y
Juan José Ibarretxe, nacionalista, derrotado en marzo.


Pero esta primavera iniciaré mi acercamiento a Latinoamérica. Además en un momento de eclosión de esa región geográfica mundial. En esta primavera se iniciaban los fastos del Bicentenario de la emancipación. Años antes ya había surgido el movimiento "Bolivariano" iniciado en la Venezuela del ínclito Hugo Chávez. En marzo ganaba el FMLN en el Salvador. En 1979 Centroamérica esa una espiral de muerte, guerras, guerrillas, subdesarrollo económico, etc, etc. Nicaragua Sandinista, El Salvador del Farabundo Martí. El Salvador parecía empezar a acabar su etapa negra de la historia.
Pero ahora entro yo en escena. En mi intrahistoria diré que, como cada incio de primavera, empieza a pesar la temporada laboral, le invade un pequeño tedio. Pero tuvo el inicio de un gran viaje fugaz. Pudo descubrir América. El sueño de años anteriores y, por decirlo así, de su vida. Desembarqué en Lima. Ese fue mi primer lugar de hollar el continente. Una Semana Santa estrenadome en el Nuevo Mundo. Lo que más me impresionó es que, mirando al oeste, al Pacífico desde Lima, tuve la sensación de estar casi al otro extremo del mundo y, sin empbargo, oír castellano, sentirme casi en casa, ver retratos de toreros españoles en bares, sentir cómo los latinoamericanos saben todo de nosotros. Decidí volver, pues solo conocí Lima. Esos días de abril en Lima fui testigo de cómo salió el veredicto de muchos años de cárcel para Fijimori.

Entre los calores del verano español y el frío del invierno austral
Este verano fue de profundización de mis experiencias latinoamericanas. Mejor dicho, peruanas. El dia 28 de junio se producía un golpe de Estado en Honduras contra el presidente Zelaya, el cual hubo de irse al exilio. Volvía de nuevo el problema de Centroamérica, treinta años después. Y llegamos al segundo viaje peruano: del 22 de julio al 6 de agosto, casi coincide con el de Londres, treinta años antes. En ambos casos dos viajes sorprendentes y de aprendizaje en todos los niveles: Lima, Cuzco, Machu Pichu, el Colca, Arequipa....Conocer estos lugares con gente del país, es un lujo en todos los aspectos, tanto culturales y humanos. También la coincidencia de conocer en el ordenador de cada albergue malas noticias de España. El terrorismo de ETA, treinta años después, también volvió a recordarme su existencia como en Londres: una casa-cuartel saltaba por los aires en la castellana ciudad de Burgos y, dos días después, dos guardias civiles caían asesinados en Palma de Mallorca. En fín.....También los incendios, en especial el del valle del Tiétar, tan querido por mí. En el Cuzco disfrutaba del fresco austral al tiempo que me ponía al día de los calores extremos del verano español.

El autor de este blog en su viaje peruano: Machu Pichu en julio de 2009

El otoño de la primera década del siglo XXI

Tras el verano, la quietud del otoño. Y con el otoño el problema del cambio climático, problema que, confieso, me quita el sueño. Un otoño muy cálido y seco que nos anuncia nuevos desafíos que, en 1979 no existían. Sin grandes cosas que se me vengan a la cabeza, decir que en diciembre se aceleró el problema del cambio climático con la cumbre de Copenhague el 15 de diciembre ante la indiferencia de las grandes potencias.

Y, volviendo de nuevo al patio de casa, un problema derivado de 1975 y que en 1979 también llenaba las hojas de los periódicos: el Sahara occidental. En efecto, otra vez palabras como Frente Polisario o Acuerdos d Marid de 1975 volvían a la palestra politica y con proyección fuera de las fronteras: la activista política Aminatu Haidar se ponía varias semanas en huelga de hambre en España para poder volver a su país saharaui, ante la negativa de Marruecos a dejarla entrar en su territorio.

Reflexiones finales

Pues estas dos fechas 1979 y 2009 apnas nos dan un mundo feliz. Muchas cosas han sucedido entres estas dos fechas pero el mundo no es feliz, sigue siendo peligroso y conectar al TV es seguir viendo videos de sufrimientos de la humanidad. ¿Llegará la felicidad algún día a la Tierra? ¿Estamos condenados a la perpetua crisis mundial? Los lectores del blog que vivian hace treinta años más allá del estado de infancia plena ¿eran ás felices que hoy o viceversa? Mi respuesta personal es simple: me siento más maduro y más preparado ante la vida en sí. Suelo votar en blanco en las elecciones, aunque me sigo considerando, si no de izquierdas, al menos sí progresista y concienciado con los problemas del mundo en el que vivo. Hoy, día que escribo esto, es 25 de diciembre, Navidad. Entre canciones de radio y TV se intermezclan noticas d muertos en Irak, de ver vagabundos por las calles de Madrid. Reconozco que para enero, cuando vuelva a la rutina cotidiana, mi incertidumbre seguirá siendo la misma que en enero de 1980, aunque.......¡con treinta años más!

1979/2009, DOS FINALES DE DÉCADA (1): 1979, YA HACE 30 AÑOS

El año 2009 está casi ya finiquitado. Como cualquier mes de diciembre, cada persona suele dedicar en sus ratos de meditación, aburrimiento, en el atasco de su coche, en el transporte público, etc, una relación de los sucesos que han acaecido en su vida ese año que fenece. Este 2009 es especial, no solo porque se acaba, sino porque además finaliza la primera década del siglo XXI. Cuán lejos está aquella Nochevieja de 1999 y el tan temido efecto 2000 y todo ese rollo de si el nuevo siglo empezaba en 2000 o en 2001. Qué mal parecia eso de decir que estábamos en otro siglo. Sin embargo ya nos hemos ido acoctumbrando a decir dosmil tal o dosmil cual con naturalidad, cuando el mil novecientos tal nos parecía imposible que acabase algún día.
No pretendo hacer una historia exhaustiva del año, ni de la década, ni de la treintena. Secillamente se me ha ocurrido pensar en el mundo de hace treinta años y, sobre todo, a mis ojos particulares, y compararlo con mis ojos actuales, muy miopes, por cierto. ¿Hemos cambiado tanto las personas de mi generación? ¿El mundo? ¿España? ¿Madrid? Algunas cosas han virado su rumbo en 360º y otras siguen igual. Algunas cosas han ido a mejor, otras a peor. Y de otras empezamos a ver las consecuencias de lo que ocurrió hace treinta años. Nada menos que casi un tercio de siglo. ¿Cualquier tiempo pasado fué mejor o fue peor? Expondré algunos sucesos y, como digo, a mis ojos. Cada amable lector que visita este blog que juzgue por sí mismo y que reflexione sobre aquellos años. Algunos de los cuales ni siquiera había nacido. ¡Qué viejillo empiezo a ser ya! Vamos a ello sin más prólogos.
EL FINAL DE LOS SETENTA: UNA DÉCADA DE CRISIS TRAS LOS "FELICES" SESENTA
Un frío invierno
El año empezaba con mucho frío en el hemisferio norte, y con dos sustos, los cuales nos siguen sacudiendo hoy: el asesinato, a manos de ETA, del gobernador general de Madrid, Ortín Gil, con las terribles escenas de la utraderecha amenazando de golpe de Estado y, la revolución islámica de Irán. El Islam y sus términos (ramadán, chiísmo, terrorismo islámico) empezarían a estar en las primeras páginas de la actualidad. Ya había empezado en 1973 el aviso por el tema del petróleo. Recuerdo las masas fervorosas al derrocar al todopoderoso Sha Reza Pahlevi y cómo llegaba al exilio y se fumaba un cigarrillo atónito pensando en cómo unos súbditos le habían derrocado en pocos días. Recuerdo cómo llego al poco tiempo (uno de febrero) en baño de multitudes el ayatolah Jomeini al país tras su exilio en parisino.
Ayatolah Joimeini.
También ese invierno se iniciaba el deshielo en la guerra fría: el gigante militar chino post maoísta viraba a la amistad con USA: Deng Xiaoping visitaba al entonces presidente demócrata Carter. Al mes siguiente invadía el Vietnam socialista. Sólo habían pasado cuatro años de la humillante derrota norteamericana en ese extremo de Indochina.
También el invierno terminaba con otro triunfo para Occidente: Anual el Sadat, presidente egipcio, pro occidental, firmaba la paz con Israel. Beguín, el israelí, devolvía la península del Sinaí. Parecía que el conflicto palestino esta próximo a su desenlace final. ¡Cuán equivocados estábamos y cuanta sangre quedaba aún por derramarse!
El día 3 de marzo fue un día decepcionante. Yo contaba ese invierno con dieciocho años para los diecinueve. Cursaba 2º curso en la facultad de Geografía e Historia (Filosofía B) en la Universidad Complutense de Madrid. Era un jovenzuelo típico de mi generación: rebelde y de izquierdas compulsivo. Me leía enterito El País, quería tener buena barba para parecer mas "progre", vestía de pana, estaba descubriendo el marxismo y estaba entusiamado con la historia contemporánea. Ese día ganaba la centrodechista UCD de Suárez las elecciones de la I legislatura de la democracia. Yo había votado, ni más ni menos, que al MC-OIC: Movimiento Comunista Internacionalista. Casi ná.
En un mitin de la derechona
Una tarde de la campaña electoral, fuí con unos amigos de cachondeo a un mítin, en la calle de Goya, de Alianza Popular, el antecedente del actual PP. Era surrealista. Esa calle del madrileño barrio de Salamanca, era el corazón de la zona "nacional" o "facha" de Madrid. En esa calle estaba la sede de la ultraderechista Fuerza Nueva, cuyos miembros eran temidos en Madrid por sus palizas. Su líder era el inefable Blas Piñar. Consiguió un escaño en el nuevo Parlamento. El mítin esperaba la presencia de Fraga. Antes hablaba Areílza y otros derechistas. Estaba el conde de Motrico borracho como una cuba, Arremetió contra el entonces popular y suarista actor Sancho Gracia, por su serie del bandido Curro Jiménez. Unos ultraderechistas que se habían colado en el mítin fueron expulsados por los equipos de seguridad al llamar traidores a los aliancistas. La llegada posterior de Fraga fué apoteósica. Don Manuel se llevó una "jartá" de aplausos. Y siguió la carga contra UCD sobre todo, más que contra el PSOE de Felipe.
Ese marzo acababa con un suceso que sería también un signo del futuro: los accidentes nucleares. Apenas nos acordamos hoy del accidente de Harrisburg, en la costa este norteamericana. Chernobil lo acalló años después. Yo tenía ya concencia ecológica y me esforzaba en compreder qué era eso de los partidos "verdes". Había ya en España el dabate nuclear y circulaba una pegatina muy graciosa que decía: "¿Nuclear? No jodas".
La primavera española y el inicio de una esperanzadora serie de caídas de tiranos
Lo mejor fue en abril, toda una primavera política: el día primero de mes, los alcaldes de izquierdas lograban las alcaldías de las grandes ciudades. Al ser en abril, pensamos todos en el abril de 1931. Muchos fuímos a la Puerta del Sol de Madrid. La alegría era desbordante, casi tanto,o más, que el 28-O de 1982. Tierno Galván en Madrid o Narcís Serra en Barcelona, eran los grandes triunfadores. Julio Anguita era el alcalde comunista de Córdoba. Los concejales socialistas y comunistas unieron sus votos. La prensa derechista, encabezada por ABC hablaba de un nuevo Frente Popular, como en las elecciones de 1936. Recuerdo que yo voté a Ramón Tamames, candidato del PCE. ¡Quién le ha visto y quién le ve! Ahora es un pepero total. Leía en aquél tiempo como libro de geografía su obra: Estructura económica internacional, que era cómo el "Samuelson" español.

Enrique Tierno Galván: el "viejo profesor", el alcalde más querido de la historia de Madrid, el que conectó con la juventud y la naciente "Movida" de Madrid. En la foto el carácter "sexi", con la entonces sexi Susana Estrada.

Pero salgamos de España y volvamos al mundo. Este abril caía uno de los tiranos que caerían a lo largo de ese año: Idi Amín Dadá, el tirano de Uganda. Se le atribuyó canibalismo. A casi dos décadas de la descolonización de África, empezaban los fallos de la misma y el crecimiento de sus tiranos respectivos.
Avanzaba la primavera y en mayo arrasaba en Gran Bretaña la inefable "dama de hierro", la conservadora o tory: Margaret Thatcher, la primera mujer europea que llegaba a la presidencia de un gobierno. Arrancaba la política antisocial y "neo-cons" que se encargaría de ir acabando con el welfare state de los sesenta.
Y de nuevo en casa, en Madrid un suceso que ví casi: el atentado de la cafetería California 47, en la mencionada calle de Goya. Un amigo vivía cerca. Fue la tarde del 26 de mayo. Se atribuyó al GRAPO. La novedad fue que, por primera vez, ví a la Policía Armada (los inefables grises) cargar contra los "fachas" y en su barrio. Mi equipo de fútbol: el Real Madrid, me daba una alegría al ganar la Liga.
Y acabo la primavera diciendo una anécdota particular graciosa. Ese año no me fue del todo bien el curso pues suspendí bastantes asignaturas. Para conseguir unos apuntes básicos de Etnología, teníamos un amigo y yo que ledírselos a un compañero de Opus Dei. Nos hizo ir a las cuatro de la tarde a un piso de la Obra y nos retuvo sin los apuntes hasta las diez de la noche. ¡seis horas de coñazo por un cura retrógrado del Opus! Ese compañero luego fue un popularísmo ministro de Aznar. No diré quién fué. Por supuesto que fui testigo de como la Historia del Arte se la aprobó un profesor "de la obra" sin tener ni idea. Hazte de la obra y se te abrirán muchas puertas. Por supuesto que intentó captarme y tuve que contestarle que era más dificil convertirme que pasar por "el ojo de una aguja".
Margaret Thatcher, la creadora de la revolución neoliberal o "neocons", basada en la economía el Nobel Milton Freedman y su obra "Libertad de elegir".

Un gran verano para mi: el gran viaje
Y llegaron los calores al Hemisferio Norte y con ellos el verano. Por San Juan, el que escribe estas líneas cumplía la veintena. Un incendio en el Hotel Corona de Aragón compungió a España con 72 muertos el 12 de julio. En ese incendio se salvó por poco la "Collares", o sea, la mujer de Franco, la super Carmen. Iberoamérica entra en escena ese verano. Todos los españoles estábamos compungidos por el terrible panorama de ese continente tan cercano emocionalmente: los desaparecidos de la Argentina de Videla, los crímenes de Pinochet en Chile, la violencia del terrorismo del M-19 en Colombia, el Sendero Luminoso del Perú, las dictaduras y la miseria que asolaban a toda la región y, sobre todo, las guerras civiles de Centroamérica. El 17 de julio caía Somoza. El sandinismo había logrado entrar en Managua. Me acuerdo de que todos lo esperábamos y creíamos que todo sería ya un coser y cantar. La realidad fue otra: la "contra", alentada por USA, dió aún muchos años de sangre aún.
Y del 25 de julio al 5 de agosto, por fin conseguí salir de España y ver Gran Bretaña: Londres. Para un joven que salía de una España aún muy marcada por el franquismo, por el paro, por estar en un país aún no desarrollado del todo, llegar a un país rico, de costumbres libres, de sociedad civil, fue un auténtico descubrimento. Sin saber una palabra de inglés, pero con horas de lectura de la cultura anglosajona, estuve pateando la vieja capital del imperio británico durante diez días, descubriendo el mundo libre, ese que estaba naciendo lentamente en España. Recuerdo mi vuelta y la depre que cogí al comparar Madrid con Londres. Menos mal que fue por poco tiempo, pues volví varias veces a Londres y veía como los avances españoles eran un hecho. Recuerdo un atentado del que ya casi la gente no se acuerda: los atentados de ETA sincronizados en Barajas. Atocha y Chamartín. Eran el aviso del futuro de Hipercor o del Corte Inglés o la T-4, etc, etc. Ese año caían mas de cien personas asesinadas por la banda terrorista. Al no saber inglés veía las fotos en los quioscos londinenses y un turista español me leyó los titulares.
Mis impresiones de aquél país fueron de estar en el paraíso de la libertad: ver punkys, hippies, etc, al lado de los más conservadores caballeros, con su sombrero de hongo, sus trajes impecables. Sentados al lado en el Metro-Underground, en total respeto mutuo. Ese respeto fue lo que más me alucinó, más que las pintas en sí. También pude ver la globalización racial y el cosmopolitismo. Aquí éramos aún un país oficiamente en vías de desarrollo, sin CEE a la vista, con emigrantes en el norte de Europa y todos, casi todos, éramos étnicamente uniformados. Es de imaginar la impresión de ver todas las razas del mundo en una misma ciudad. Y con su habitual indumentaria: Hindúes con saris y turbantes en la cabeza, árabes, negros, chinos....todo el imperio británico en las calles de Londres: Picadilly Circus, Trafalgar Square, Oxford Street, y un largo etcétera. Ya me asombraba la población británica autóctona: los anglosajones en masa. Fue un viaje de iniciación, de despertar al mundo y a los viajes.

Londres en 1979. Yo no salgo en las fotos, sólo las tomaba. Ya apenas estan visibles por su desgaste.

El finaaaal del veraaaanoooo.......
En septiembre, y ya con el otoño a las puertas, aprobé casi todas las asignaturas. Solo una se me atravesó y la odié: la Prehistoria maldita, que la llevaba ya desde primero. Pasé a tercero con esa pendiente. Dos alegrías para el cuerpo: el 20 de septiembre caía otro caníbal, siniestro dictador y autonombrado emperador africano: Bokassa, el de Centroáfrica. Parece que el entonces presidente neogaullista Giscard d`Estaing estuvo implicado en un escándalo de diamantes con él. No recuerdo la fecha exacta ahora pero, en ese otoño, caía otro malvado: Macías, el dictador de la nueva Guniea Ecuatorial tras una década de independencia y pésimas relaciones con la vieja metrópoli, España.
Adiós, década del desencanto: el otoño
Iniciaba el tercer curso y ya me tocaba mi gran pasión: la Historia Contemporánea. El otoño llegaba y con él, el final del año y de la década del desencanto. En octubre iniciaban su andadura los regímenes autonómicos de Cataluña y el País Vasco. Recuerdo que el 25 de octubre, el día de sus referéndums correspondientes, estaba yo viendo a unos amigos en Derecho, cuando los fachas pusieron una pancarta en el vestíbulo. Amenazantes sobre la "desunión" de España y toda esa tramoya que todos sabemos. Hubo conatos de tensión entres estudiantes.
Fuera de España el año acababa como empezó: en Oriente Próximo. Los estudiantes iraníes asaltaban la embajada norteamericana en Teherán y, con la ayuda de las autoridades, tomaban rehenes a los funcionarios allí encontrados. Una dura humillación de más de un año le esperaba a USA. Algunos dicen que Carter y los demócratas se hundieron hasta los años 90 por esta crisis. Lo cuerto es que tanto USA como Europa o Japón, se enfrentaban a una incertidumbre económica sin precedentes, con alto paro y altos precios de la energía. Para terminar de arreglarlo, los soviéticos invadían Afganistán. Era su tumba. ¿Nos suena ese país hoy?
En España la década terminaba con una protesta estudiantil muy duramente reprimida por la Policía Nacional. Aquellos días finales de año y década, se estaba elaborando la Ley de Autonomía Universitaria, preparada por el entonces ministro de Educación González Seara. Las manifestaciones fueron tremendas con duras cargas policiales. Yo iba a algunas pero debo confesar mis temblonas de piernas ante los antidisturbios y mis salidas rápidas de las manifestaciones. Un cierto complejo de acojonadillo me recomió la conciencia un tiempo.
Recuerdo los griotos de entonces: "grises, marrones, igual de cabrones". En aquellos días se estaba cambiando el uniforme de la Policía Armada o "grises" por la Policía Nacional, de traje marrón con boina. Era un lavado de cara de la poli. Pero la violencia se disparó al caer abatidos a disparos por los agentes dos jóvenes en la Glorieta madrileña de Embajadores. Los ánimos se dispararon y las cargas fueron mayores aún.
Reflexión final
Aquél diciembre del 1979, hace treinta años del actual 2009, el mundo era igual, en sus grandes aspectos: crisis económica, malestar generalizado, inicio de la rebelión del Tercer Mundo, una minoría rica que se come a la pobre, Afganistán, Irán, los palestinos, miseria y hambre fuera del mundo desarrollado, atentados de ETA, nacionalismo vasco y catalán, paro galopante en España..........¿nos suena esto hoy?. Sólo un actor parece que desapareció: la URSS y la Guerra Fría. ¿Cualquier tiempo pasado fue mejor? Un profesor de la facultad nos decía:
"no es que con Franco se viviese mejor, lo que pasa es que con Franco......éramos más jóvenes".
Yo, personalmente acababa un año bueno para mí pero, con la inquietud del paro, de la falta de futuro, de saber que con mi futura carrera de Historia no encontraría trabajo..........En fín eso es ya otra historia. En la siguiente entrada intentaré hacer lo mismo pero en 2009. A ver cuanto cambió el mundo y....cuánto hemos cambiado nosotros.

sábado, 12 de diciembre de 2009

LA NOVELA DE LA RESTAURACIÓN: LA REGENTA (Y III)

Exponemos un texto del capítulo 8 y que es muy explícito de esa época. Trata de la falta de ideología, tan propia de esa época, y cómo los intereses particulares primaban sobre los ideales políticos y cómo se aceptaba como normal esa inmoralidad. Es este el caso del marqués de Vegallana, un noble inútil y ocioso, burlado hasta por su mujer. Un personaje que se dice liberal de pensamiento pero que le ha tocado ser el líder de los conservadores. Álvaro Mesía es el cacíque "liberal" y real de la ciudad, el que maneja todos sus resortes y hasta el último rincón llegan sus tentáculos. Las elecciones eran una farse y los dos cacíques se reparten el poder periódicamente.
Leamos esta estupenda descripción del marqués:
Texto 1 del capítulo 8.
Continuación: texto 2.
Continuación: texto 3.

EL RÉGIMEN POLÍTICO DE LA RESTAURACIÓN 1875-1902
Origen
En 1874, el 28 de diciembre, el general Martínez Campos da un nuevo golpe de Estado o pronunciamiento, de los numerosos del siglo XIX. Acababa el fugaz y variadísimo Sexenio Revolucionario o Democrático (1868-1874).
Periodización
Varios periodos. Aquí nos fijaremos en los dos primeros: el del reinado de Alfonso XII (1875-1885) y la Regencia de María Cristina de Habsburgo (1885-1902). Tras 1902, Alfonso XIII es el nuevo rey y el régimen continúa como si nada pero, las crisis serán contínuas y el régimen se hunde en 1923 con el golpe de Primo de Rivera tras el desastre de 1921 en Annual (Marruecos). Lo que nos ocupa aquí es el periodo del siglo XIX, pues en la frontera entre los dos subperiodos se publicó la novela.
Cuatro protagonistas de ese último cuarto de siglo XIX
Los protagonistas fueron los dos jefes de Estado y los dos presidentes del gobierno que se reparten el poder con las elecciones amañadas.
Alfonso XII, fallecido joven en el palacio madrileño de El Pardo, según algunos por su vida disipada. Un rey que tuvo que abandonar casi de niño el país por la expulsión de su madre Isabel II en 1868. Tras formarse como cadete en Gran Bretaña accedió de nuevo al trono español por el mencionado pronunciamiento.
María Cristina de Austria, fue la segunda esposa de Alfonso XII. Embarazada póstuma, hubo de encargarse de regentar la minoría de edad del futuro Alfonso XIII nacido en mayo de 1886, después de fallecido su padre. Su regencia fue una época de relativa tranquilidad y progreso eocnómico lento, según los historiadores de la actualidad. En 1890, para dar legitimidad a los amaños electorales, se adoptó el sufragio universal. En 1898 explota esa calma con el desastre colonial que supuso la guerra con Estados Unidos en Cuba, Puerto Rico y las Filipinas. Los años posteriores ya se catalogan en otra fase llamada la Crisis de la Restauración y que no tocamos acá por ser otra historia.
Antonio Cánovas del Castillo (Málaga, 1828-Mondragón, 1897). Líder civil del viejo Partido Moderado del reinado de Isabel II. Abogado que se esforzó en retirar a los militares de la vida política. Logró que la impopular Isabel II abdicase en su joven hijo Alfonso para restaurar y salvar la dinastía. Modelo de político reaccionario con fachada liberal. Un maestro de disfrazar el régimen oligárquico en apariencia democrática. Murió asesinado en un balneario por un anarquista.
Práxedes Mateo Sagasta (Torrecilla de Cameros, 1825-Madrid, 1903). Líder también civil del viejo Partido Progresista del también reinado de Isabel II. Aceptó la monarquía alfonsina y la regencia posterior. En realidad se "restauró" el "isabelismo" sin Isabel II. O lo que es lo mismo la revoción burguesa vigilada y muy moderada.

Antonio Cánovas del Castillo, el líder del Partido Conservador.


Práxedes Mateo Sagasta, líder del Partido Liberal Dinástico y principal jefe de la oposición.
Funcionamiento del sistema político
Para que funcione este sistema es necesario un país sumiso y atrasado, campesino y preindustrial. Un país provinciano donde mandan los poderes locales o cacíques. Todo bajo una capa de pseudo democracia que diese legitimidad a esas decisiones. Una Constitución aprobada en 1876, una tolerancia religiosa, libertad de expresión plena, derechos sociales, libertades individuales, legalización de todos los partidos políticos no violentos, elecciones por sufragio universal desde 1890.......¿quién se atrevía a decir que España no era un país europeo normal y homologable a sus vecinos del norte?. La realidad era muy otra. Podemos analizar el por qué en esta novela de Leopoldo Alas. Vetusta, ciudad imaginaria que no es otra que la capital de Asturias: Oviedo, ejemplo de ciudad pequeña y provinciana y conservadora. ¿Cuántas "Regentas" se hubiesen podido escribir en aquella época? Para el caso de Madrid tenemos a Galdós. Incluso el tema feminista en su Fortunata. También se me viene a la cabeza la Pepita Jiménez de Juan Valera. Una trilogia que recorre el país de norte a sur: Asturias, Madrid y Andalucía. Vida provinciana, reaccionaria y amoral e hipócrita de una burguesía que trata e emular la vida aristocrática de la vieja nobleza, con la que pactó en la época de Isabel II. Su aspiración: ser ennoblecidos por el rey y formar parte del bloque oligárquico de poder que estudiase el que fuese el gran historiador del siglo XX, Manuel Tuñón de Lara. El periodo coincidió, sin embargo, con el segundo momento más fructífero de nuestra cultura: la "Edad de Plata", coyuntura cultural que se prologará hasta el erial 1936-1976. En este contexto en que la cultura no oficial se expande, se publica esta novela genial. Será la época aúrea del Ateneo madrileño, de la Institución Libre de Enseñanza de Giner de los Ríos y del krausismo, de las generaciones literarias del Realismo o la de 1898.......y todo en medio de una enseñanza oficial frustrante: la esclerosis de las viejas Universidades españolas lideradas desde el viejo caserón de San Bernardo, sede de la Universidad Central de Madrid.
Fallos del sistema
Muchos pueden ser: la economía preindustrial aún, cuando en esos años ya eran plenamente industriales esos vecinos del norte; partidos desideologizados y de salón (reuniones de casino de los notables -fuerzas vivas: boticario, tendero, maestro, cura- de la localidad o de la comarca); y un largo etcétera. Pero lo que vamos a analizar aquí es el fallo electoral, base misma del sistema democrático.
Las elecciones fraudulentas o el poder de los cacíques
¿Qienes eran los cacíques? Con ese término peyorativo de jefe indio de la selva americana, se designaba a los poderes locales dominantes sobre la población de sus comarcas, pueblos o ciudades pequeñas y provincianas como el Oviedo finisecular de La Regenta.
Dos cacíques, las dos fortunas locales, se reparten el poder cada día electoral. Ambos defienden la monarquía y el régimen de los republicanos o socialistas. Por la novela desfilan personajes opuestos a esas reglas del juego que son marginados con todo tipo de artimañas. El mismo autor, que fue concejal republicano las sufrió en sus propias carnes. Álvaro Mesía y el marqués de Vegallana, son los dos cacíques. Junto a ellos desfilan las fuerzas vivas: curas como De Pas, militares, tertulianos de casino, médicos, indianos, etc, etc, señoritos todos, típicos españoles. Utilizan a gentes de abajo como sirvientes suyos: Petra la criada cotilla o el pseudo cocinero socialista Pedro.
Sátira de la época sobre el falseamiento electoral sistemático.

Cómic actual de ese falseamiento sistemático.


Rutina y fraude electoral
Era más o menos así: nunca se agotaba la legislatura, la cual solía durar unos doso tres años como mucho. Un partido reclamaba el poder según el pacto interno que tenían ambos. El partido en el gobierno simulaba una crisis. Dimitía y el rey o la regente encargaban nuevo gobierno al jefe de la oposición. Obviamente convoca elecciones a Cortes. Ahora viene el funcionamiento de la máquina caciquíl. El nuevo ministro de Gobernación (hoy de Interior) desde su despacho de la madrileña Puerta del Sol, nombraba a los nuevos gobernadores civiles en las capitales provinciales. Éstos llegaban a su destino. El "regente" don Víctor Quintanar era uno de estos funcionarios que iban y venían por toda España según sus nombramientos y ceses.
En la capital provincial correspondiente contactaba con los principales cacíques de la misma. Si gobernaba el Partido liberal, contactaba con el cacíque que le "correspondía" -caso de Álvaro Mesía- ser liberal, y viceversa. Tenía que ganar las elecciones ese partido, por tanto, el cacíque conservador se inhibía. El cacíque liberal acudía a cualquier método para su triunfo: amenazas, coacciones, sobornos, etc, para lograr ese triunfo, además de recurruir a métodos tales como el "pucherazo" o votos ilegales, votos de muertos, falseaminetos del censo, etc, etc.
Por supuesto que los partidos anti sistema quedaban automáticamente excluidos de cualquier ascenso al poder. La oposición lo sabía perfectamente al presentarse a las elecciones y se despacha a gusto a los pocos días en sus diversos periódicos. En las grandes ciudades este panorama era menor porque los cacíques no existían. El diario republicano de aquella época: El País, era un clamor cada época electoral.
Si hoy cuestan unos ocho o diez años el cambio electoral por cambio de generaciones, evolución personal de los electores, etc, imaginemos que en aquella época.....¿cada dos años un país cambia de conservador a liberal?. Ese era el panorama de aquella España dormida que despertó el zarpazo de 1898 y el nuevo siglo XX que llamaba a las puertas.
La novela de Clarín es un buen ejemplo de ese importante papel que juega la literatura para comprender la historia.

viernes, 11 de diciembre de 2009

LA NOVELA DE LA RESTAURACIÓN: LA REGENTA (II)

Traigo en esta nueva entrada el argumento escaneado, junto a la breve descripción de los personajes principales. Espero sea útil a álguien que quiera leer o releer la obra clarinesca. También una relación de términos y personajes históricos que demuestran la eurudición y la vasta cultura de don Leopoldo. Una buena relación de términos para conocer mejor el siglo XIX así como otras épocas de la historia. Estos términos, personajes y argumento, capítulo a capítulo, los fui sacando a medida que leía la obra allá por las Navidades de 1993 a 1994, tras haber fracasado una vez años antes en su lectura. Es una obra demasiado larga y lenta en algunos de sus capítulos, aburrida a veces, pero es normal que esto suceda en las grandes obras. Al ser escaneados los textos hay que hacer clik para su aumento y lectura.

Leopoldo Alas "Clarín"

Argumento 1.
Argumento 2.
Argumento 3.
Argumento 4.
Personajes 1.
Personajes 2 y términos 1.
Términos 2.

Términos 3.

En una tercera entrada, ya expondré la relación de la novela con el periodo histórico de la Restauración.

jueves, 10 de diciembre de 2009

LA NOVELA DE LA RESTAURACIÓN: LA REGENTA (I)

Exponemos aquí una introducción a la considerada por muchos críticos literarios como la gran novela española del siglo XIX: La Regenta. A través de esta novela se ha querido ver la crítica al sistema político de la Restauración instaurada por Cánovas gracias al golpe militar de Martinez Campos en Sagunto en 1874. La vida en una ciudad de provincias (Oviedo), ambiente social opresivo, corrupción y amoralidad política e hipocresía social imperante, envuelven la vida vulgar de sus protagonistas.
En otra entrada analizaremos un texto antológico que describe a la perfección esa farsa política que fue el sistema canovista y explicaremos como eran esas elecciones falseadas, a veces escandalosamente.
Por razones técnicas expondré, escaneado en la siguiente entrada, el resumen que saqué del argumento, personajes y términos de la novela.

Portada de la edición que tengo y que leí.
El antológico texto inicial de la novela y que describe la ciudad de Vetusta,
que no es otra que Oviedo, la capital del Principado de Asturias.


La catedral de Oviedo, elegantemente descrita en este inicio y desde la que uno de los protagonistas principales se disponía a observar la ciudad. Sufrió grandes daños en la revolución de octubre de 1934 y dos años después en el asedio de la misma ciudad en la guerra civil, donde se acantonó el general golpista Aranda.

Leopoldo Enrique García-Alas Ureña nació en Zamora el 25 de abril de 1852. Llegó a Oviedo en 1859, con siete años de edad. Estudió el bachillerato y en su Universidad se licenció en Derecho. En 1871, con diecinueve años, llega al Madrid del Sexenio, en pleno reinado de Amadeo I para obtener el doctorado y estudiar Filosofía y Letras en la Universidad Central, sita por aquél entonces caserón de la calle de San Bernardo. Como provinciano se aturde en la ya por entonces ajetreada Villa y Corte. Su tiempo transcurre entre el Ateneo y las tertulias en la Cervecería Inglesa, en la Carrera de San Jerónimo.
El 10 de julio de 1878 lee su tesis "El Derecho y la moralidad", dirigida por el gran maestro de tantos y tantos intelectuales de la llamada Edad de Plata de la cultura española: Francisco Giner de los Ríos. A los treinta años, el joven y futuro escritor, es un flamante catedrático de Economía Política y Estadística en Zaragoza, donde reside apenas un año, para trasladarse en 1883, definitivamente a Oviedo como catedrático de Derecho Romano.
En la capital del Principado es concejal republicano y se destaca en sus críticas a los cacíques de la ciudad, los cuales no se lo perdonan y serán sus enemigos implacables. Tanto que, en 1936, con más de treinta años fallecido, sus descendientes serán reprimidos duro por el bando franquista al controlar la ciudad.
Padre de tres hijos, y con una situación económica difícil, su mala salud fue mellando su vitalidad. Falleció muy joven: el 13 de junio de 1901, a los 49 años de edad.
Su actividad literaria fue poco extensa pero, sin embargo, hizo una de las grandes obras de arte de la literatura española. Sus escritos o "paliques" eran crítica literaria que velaba por la pureza de la lengua. La Regenta fue terminada en 1885. Es su primera y gran novela. La escribió muy rápidamente en sesiones de duro trabajo de escritura. Empequeñece su otra gran novela: "Su único hijo" (1890). También publicó cinco cuentos: Pipá (1886); El señor, y lo demás son cuentos (1896); Cuentos morales (1896); El doctor Sutilis (1896); y El gallo de Sócrates (1901). Novelas cortas: Doña Berta, Cuervo, Superchería.
CONTINUARÁ EN LA SEGUNDA ENTRADA EL ARGUMENTO, LOS PERSONAJES Y LOS TÉRMINOS.


martes, 8 de diciembre de 2009

ZALACAÍN EL AVENTURERO: LA TERCERA GUERRA CARLISTA A LOS OJOS DE PÍO BAROJA

Zalacaín el aventurero en su edición de la popular colección Austral de la editorial Espasa Calpe

PÍO BAROJA (1872-1956)
La literatura es una de las fuentes más importantes de la historia. Traigo aquí otra de las más célebres novelas barojianas: Zalacaín el aventurero, de tamática vasca, junto a la de La busca, de temática madrileña. En esta novela de su trilogía La tierra vasca, a la que también pertenecen: La casa de Aizgorri y, El mayorazgo de Labraz, recrea sucesos de la Tercera Guerra Carlista (1872-1876). Don Pío Baroja nació en San Sebastián en 1872 y murió en Madrid en 1956. Su pensamiento complicado y su existencialismo se proyecta en sus novelas y en sus personajes célebres: Andrés Hurtado de El árbol de la ciencia, el Manuel de La busca, el Fernando Osorio de Camino de perfección, o éste de Martín Zalacaín. Como liberal que era, es de imaginar la crítica del carlismo y, posteriormente del nacionalismo vasco naciente en los años de su juventud. Poco amante de las etiquetas y de la vida pública, se recluyó a inicios del siglo XX en su caserío de Itzea en la localidad navarra de Vera de Bidasoa durante los estíos, tras sus inviernos madrileños. Tampoco le gustaba que le etiquetasen como miembro de la Generación de 1898, junto a los Machado, Unamuno, Valle-Inclán o Azorín.

Don Pío Baroja, 1872-1956

ARGUMENTO DE LA NOVELA
Tras el Prólogo que describe la villa de Urbía años después de la acción de la novela, la obra se dividen en tres libros.
En el Libro I (nueve capítulos) decribe la juventud del protagonista, ejemplo de vasco liberal, y su enemistad con el vecino Carlos Ochando, vasco carlista. Describe la vida en la villa y la muerte de sus padres y su vida con su tío abuelo Tellagorri, liberal. Se enamora de Catalina, hermana de Carlos. Ignacia, la hermana de Martín Zalacaín, se casa con un vasco-frances.
En el Libro II (catorce capítulos) describe sus andanzas y correrias por la Tercera Guerra Carlista. Se cambia de bando: del carlismo al campo liberal. Espía para los liberales y se infiltra en la capital carlista: Estella, donde es detenido y logra escaparse a Logroño. Aventuras bélicas que culminan con su heróica toma de Laguardia.
En el Libro III (seis capítulos) se describe el final de la guerra, al ponerse al servicio del mísmo general alfonsino Martínez Campos. Tras confesar su aburrimiento por la vida aburrida y monótona, Baroja decide dar muerte a su protagonista: un carlista le asesina de un disparo a traición por la espalda.

LOS DOS PROTAGONISTAS
Martín Zalacaín, de familia pobre, sin estudios, liberal autodidacta, formado en la calle. Por interés es carlista, hasta que se pasa definitivamente al campo liberal. Al no saber vivir la vida tranquila Baroja le redime con la muerte tras cumplir su deber con los liberales.
Carlos Ochando, de familia riquísima de su villa, es la antítesis de Martín. Carlista, envidioso y resentido.

TOPÓNIMOS DE LA NOVELA
Oñate (Universidad carlista), Vera de Bidasoa, Hernani, Estella (capital carlista), Sokoa y Saro (localidades del vecino País Vasco-francés), Améqueta, Zumaya, Echarri-Aranaz, Viana, Logroño, Laguardia, Elizondo y Roncesvalles (la célebre abadía, inicio del camino de Santiago). En negro las localidades navarras, las demás son guipuzcoanas salvo Laguardia (Rioja alavesa); Logroño (La Rioja); o las citadas vasco-francesas. El País Vasco-francés aparece como protagonista unido al vasco-español, como testimonio de hermandad lingüística y cultural aunque, don Pío, a través de sus personajes, sabe diferenciar perfectamente como España y Francia.

Algunos topónimos aparecidos en la novela. Son los que aparecen en rojo. La mayoría se desarrollan en las provincias de Guipúzcoa y Navarra. También en dos localidades vasco francesas y en La Rioja, tanto la logroñesa como la alavesa.

 
Estella (Navarra), la capital carlista, la Corte de Carlos VII.

Carlos VII, duque de Madrid, pretendiente carlista.

Arsenio Martínez Campos, el general alfonsino que derrotó a los carlistas.

Alfonso XII (1874-1885), restaurado en 1874 en el golpe de Sagunto.

LA TERCERA GUERRA CARLISTA (1872-1876)
Tras las dos guerras anteriores: (1833-1839); (1846-1849, incluida la intentona de San Carlos La Rápita en abril de 1860); el calismo vuelve a la carga. En 1872, en plena crisis del Sexenio Democrático, (1868-1874) en el reinado de Amadeo I de Saboya, se inicia esta tercera guerra civil. Los carlistas levantaron un verdadero Estado muy organizado en el País Vasco y Navarra. El anuncio de restaurar los viejos fueros de la Corona de Aragón, provocó el alzamiento en estos territorios. También hubo partidas carlistas en Castilla-La Mancha y Extremadura. Bilbao, la gran urbe vasca, también estuvo, como en la primera guerra, en el campo liberal, también fue sitiada, y también logró resistir el nuevo asedio. Miguel de Unamuno vivió de niño ese asedio y le sirvió para ambientar su novela Paz en la guerra.
Los carlistas lograron inicialmente neutralizar las ofensivas liberales. Los gobiernos de Madrid estaban enfrascados en las crisis tan fuertes del Sexenio: la abdicación de Amadeo I en febrero de 1873, la I República de ese mismo año y la dictadura personal de Serrano de 1874. Crisis acompañadas de la rebelión cantonal en el sureste penisular, especialmente en Cartagena, y la guerra chiquita de Cuba, primer aviso de la futura crisis de 1898.
Con Alfonso XII restaurado en Sagunto (diciembre de 1874) se encargó a Martínez Campos la campaña final contra los carlistas. Esa campaña es la que ambienta nuestra novela analizada. Tras la caída del frente catalán en 1875, la ofensiva fue contra Estella. En febrero de 1876 tuvo que cruzar la frontera francesa Carlos VII.

Carlos VII, el duque de Madrid, nació en Liubliana, la capital de Eslovenia, en 1848. Era sobrino de Carlos VI (segundo pretendiente carlista) y nieto de Carlos María de Isidro (primer pretendiente y hermano de Fernando VII). Su juventud discurrió en el imperio austrohúngaro. Tras la guerra residió en el norte de Italia. Falleció en Varese en 1909.
Alfonso XII, hijo de Isabel II. Rey de España en 1874 tras el golpe de Estado de Martinez Campos en Sagunto (Valencia). Nació en Madrid, en 1857. A los once años tuvo que irse al exilio tras el destronamiento de su madre en septiembre de 1868. En 1875 entró triunfante en Madrid. reinó apenas diez años, falleciendo en 1885 en el palacio madrileño de El Pardo. Su reinado fue el paradigma de la Restauración, régimen que duró hasta 1923. Nació el régimen de un golpe y acabó con otro golpe: el de Primo de Rivera. Su hijo y sucesor: Alfonso XIII, fue destronado ante unas elecciones.
Arsenio Martínez Campos (Segovia, 1831-Zarauz, 1900). Participó a las órdenes del general Prim en la guerra de África de 1860 y en la expedición a México de 1862. Ya en el Sexenio, derrotó el movimiento cantonal en 1874. Tras la derrota del carlismo, y tras ser nombrado capitán general, logró pacificar Cuba (Paz de Zanjón, 1878). Más tarde, en 1882, fundó la Academia Militar en el alcázar de Toledo. En 1890-94 en la primera guerra del Rif, a las afueras de Melilla, logró pacificar esas tribus rifeñas. En 1895-96 fue de nuevo destinado a Cuba, pero ya no tuvo la suerte de poder negociar otra paz. Fué reemplazado por el general Valeriano Weyler.