La dinastía real de Borbón es la actual casa reinante en España desde 1700 como es bien sabido. Sus miembros que han sido reyes de España son bien conocidos pero, otros miembros de la dinastía, han influido en nuestra historia y pasan por perfectos desconocidos. Aquí exponemos una genealogía elemental de sus miembros varones.
Los Borbones tienen su origen en la Edad Media como una rama de la dinastía francesa de los Capetos. Su primer miembro será Roberto de Clermont, hijo del rey Luís IX allá por el siglo XIV. Pero hasta 1589 no logrará uno de sus miembros ceñir la corona del país galo en persona de Enríque IV. Tras el: Luís XIII, Luís XIV, Luís XV y Luís XVI. Tras la Restauración de 1815, reinarán Luis XVIII y Carlos X, siendo este último el que perderá definitivamente la corona francesa en julio de 1830.
Felipe V de España, hijo del delfín de Francia, nieto de Luís XIV, y primer rey de la dinastía en España, tuvo dos matrimonios con diferentes hijos de cada uno. Del segundo vinieron los hijos con descendencia y las primeras ramas familiares. La política exterior española consiguió Parma y Nápoles para los infantes Felipe y Carlos respectivamente. Felipe de Borbón dará lugar a la rama de Parma, que durará hasta la unificación final de Italia en el siglo XIX con los Saboya. Sin embargo serán los herederos del carlismo español desde la guerra civil española por no tener descencendencia la rama iniciada con Carlos María de Isidro en 1833.
A su vez, Carlos III, al llegar a España como rey en 1759, dejó a su hijo Fernando el reino de Nápoles como rey. También esta monarquía napolitana gobernará hasta la unificación italiana del siglo XIX (cuadro 3º). El primer hijo de Carlos III: Felipe Antonio, era demente.
Vayamos al segundo cuadro. Los hijos de Carlos IV darán lugar a la división familiar, surgiendo la tristemente célebre rama carlista, la cual propició tres sangrientas guerras civiles "carlistas" en el siglo XIX, las cuales, unidas a la Guerra de la Independencia de 1808-1814 y, como gran aporte al pensamiento más reaccionario, ahistorico e integrista católico a la "derechona" española, será una de las fuerzas más eficaces del bando rebelde y fascista de la guerra civil.
Carlos María de Isidro (Carlos V), protagonizó la primera guerra entre 1833 y 1839; Carlos VI, protagonizó la segunda guerra (1847-1849), además de un desembarco zarzuelero en La Rápita, Tarragona, en 1860; su hermano Juan III dió descendencia a la rama con Carlos VII, el cual encendió la tercera carlistada entre 1872 y 1875, tan cruel como la primera. Ni su hijo (Jaime III), ni su hermano (Alfonso Carlos I) tuvieron descendencia, pasando la herencia del "carlismo" a la rama de Parma, la que fundara Felipe, el segundo hijo de Felipe V, fruto del segundo matrimonio.
El heredero de Parma, el que se autoproclamó rey de España como Francisco Javier I (en 1952), era un ultra reaccionario que, junto al ultraderechista Manuel Fal Conde, participó activamente en la conspiracion contra la II República en 1936. Los temibles requetés fueron la gran fuerza de choque, junto a merroquíes y legionarios, contra los milicianos republicanos. Algunos hablan de "cuarta guerra carlista" para denominar el rimbombante "Alzamiento Nacional", y que no fue más que un golpe de Estado más, de los muchos que jalonaron la historia española de los últimos doscientos años.
De poco le valió porque, Franco no le dejó entrar en España, ni tampoco a sus hijos. El carlismo se fue apagando poco a poco en sus feudos mas típicos de Navarra y Álava, donde fue avanzando el nacionalismo vasco, y fue quedando como "cosa de viejos". Los ministros carlistas de Franco, participantes de sus gobiernos, prácticamente toda la dictadura, como el conde de Rodezno, el general Varela, Esteban Bilbao, el general Asensio, Antonio Iturmendi y, por último, Antonio María de Urquijo, fueron leales al régimen franquista sin aceptar al flamante "monarca": Francisco Javier I. Falleció en 1977, tras abdicar en su hijo (Carlos Hugo I) en 1975.
Aún no se libraría el país del protagonismo carlista. En mayo 1976, en plena incertidumbre política ante el arranque de la Transición a la democracia, se dieron los trágicos sucesos de Montejurra. Carlos Hugo I rompió con su padre al dar al carlismo un tono socializante, más moderno y menos reaccionario. Su hermano Sixto, ultraderechista declarado, asistió a esa montaña navarra a festejar una victoria carlista del siglo XIX. Invitó a ultraderechistas italianos, franceses y argentinos. Hubo enfrentamientos entre sus acólitos y los huguistas. Unos ultras armados dispararon y hubo dos muertos. Desde entonces el carlismo se olvidó, y hoy es uno de los muchos episodios vergonzantes de nuestro pasado que se estudian en los manuales escolares de historia: Zumalacárreguis, Cabreras, sitios de Bilbao, Esparteros, abrazos de Vergara, etc, etc.
En otro orden de cosas decir que la prole de Carlos IV dió una tercera rama: Francisco de Paula, el infante que salió último del Palacio de Oriente el 2 de mayo de 1808, el que pudo haber sido rey de Sudamérica si San Martín hubiese triunfado en sus proyectos monarquizantes de emancipación hispanoamericana. Su hijo fue el famoso "Paquita" como le llamó su esposa y prima hermana Isabel II: Francisco Asís, rey consorte de España, "padre" de Alfonso XII y homosexual declarado.
Otros personaje de la dinastía poco conocido fue Juan de Borbón, el cual ante la guerra civil española, entró en España clandestinamente para luchar en el bando rebelde franquista, con la esperanza de una restauración de su familia en el trono hispano. Tras ser descubierto, el genral Mola le expulsó bajo amenaza de fusilamiento si regresaba. Luego, tras l Segunda Guerra Mundial, y aprovechando el aislamiento del régimen franquista, jugó la carta de ser rey liberal, apoyado por los vencedores aliados. Un personaje realmente curioso y desgraciado: no pudo entrar en la España franquista, estuvo en Estoril casi toda su vida, protagonizando incidentes ruidosos y propagandísticos con el dictador galaíco. La derechona española no se fiaba de él: prefería a Franco como mejor "guardián" de su finca española. Eso sí, palmaditas en la espalda y se acabó. Sólo pudo lograr que su hijo Juan Carlos pudiese estudiar en la España de los 50. Se dice que su padre Alfonso XIII le dijo tras la guerra: "El gallego nos la ha jugado".
Otros miembros de la familia real borbona, aparte de la dinastía que reinó, fueron sus hermanos y posibles rivales para el trono. No fueron tales, pues todos estaban tarados por la enfermadad, bien por la hemofilia, como don Alfonso, el príncipe de Asturias y primogénito de Alfonso XIII, o don Gonzalo; o bien por la sordomudez, como don Jaime.
Dos últimas desgracias para el "Rey de los rojos", como denomina irónicamente a Juan de Borbón el historiador Borrás Bertríu en el libro de igual nombre: el accidente fatal de la pistola con que jugaban el actual rey Juan Carlos I y su hermano Alfonso, con la muerte del segundo. La segunda fue la hija e infanta Margarita, ciega de nacimiento.
El actual rey Juan Carlos I rompe con esta historia vergonzosa de la monarquía española de la casa de Borbón en los últimos tres siglos de nuestra historia, en especial desde 1808. Tan solo un fallo tuvo. Muy simbólico. En 1980, al traer al Panteón Real del Escorial los restos de su abuelo Alfonso XIII, cosa aceptable, lo hizo desembarcando su cuerpo en Cartagena y, por carretera hacia Madrid. Toda una bofetada histórica a aquellos españoles que le echaron pacíficamente en aquellas elecciones municipales del 12 de abril de 1931. Justo el mismo recorrido que siguió la noche del 14 de abril, tras salir escoltado en automóvil por la puerta pequeña del Campo del Moro, hacia la marinera ciudad murciana. Por ahí le echásteis, por ahí os le devuelvo.
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