lunes, 1 de febrero de 2010

PASEOS POR EL CENTRO DE LIMA 3: OTROS EDIFICIOS

El autor del blog ante la estatua de Pizarro en el Parque de la Muralla.
Estación de Desamparados.

Llegamos a la tercera y penúltima entrada sobre la ciudad de Lima (por ahora). En este tercer paseo el lector podrá ver cómo la riqueza arquitectónica y artística de la capital peruana no se limita a únicamente a los templos barrocos y a las casonas virreinales y/o republicanas. El modernismo tiene unos muy buenos ejemplares, testigo de una burguesía floreciente a inicios del siglo XX. El eclecticismo, que convive con el anterior, y el art decó o el racionalismo ya de la época de entreguerras, años, según tengo entendido, muy florecientes de la ciudad y su vida intelectual y lúdica.

Obsevando el plano, se puede ver que el paseo empieza esta vez en la plaza de San Martín, y termina detrás de la Plaza de Armas.



LA PLAZA DE SAN MARTÍN (1)
La plaza que lleva el nombre del fundador del Perú moderno en julio de 1820 es cuadrangular, centro de la vida diurna del centro de la ciudad. Es un espacio arqutectónico más o menos armonizado en estilo ecléctico de las primeras décadas del siglo XX. La estatua ecuestre del libertador preside la plaza.

La estatua del libertador San Martín.
El autor del blog y dos blogeros amigos: Edyye (izda) y Carlos, el baterillero.

El autor y otros dos blogeros: Eddye, de nuevo y Arturo, el amauta.
EL APOGEO DEL MODERNISMO LIMEÑO
El arte modernista es el arte burgués por excelencia. A inicios del siglo XX las burguesías del mundo sienten la necesidad de un arte distanciado del que ofrecían los ingenieros del hierro o los historicistas. Los edificios modernistas son ejemplares indispensables en cualquier ciudad de la época que se precie, aún a pesar de que en algunas ciudades no sea este estilo una seña de identidad. La fantasía, el ímpetu por crear e innovar hace que el artista no se limite solo a los edificios, sino también a interiores y objetos cotidianos.
Edificios que huyen de los frontones, columnas o pináculos, para diseñar curvas y arabescos, en el conjunto de una decoración abundante que se despliega por barandillas, muebles, etc.

Desde San Martín tomamos el consabido, bullicioso y comercial Jirón de la Unión. En su esquina con la ancha calle de Emancipación se levanta el Palais Concert (2), verdadera joya del modernismo limeño y que recuerda a edificios vieneses. El jirón de la Unión era el espacio social de la burguesia urbana, antes de marcharse a las afueras, a Miraflores y Barranco.
El Palais Concert.

Siguiendo por Jirón de la Unión, giramos-volteamos a la izquierda por Huancavelica para observar el Teatro Segura (3), de porte neoclásico mezclado con elemental decoración modernista muy leve en la parte superior. El teatro era la gran diversión de la burguesía de aquellos años de preguerra o Paz Armada. Esta Navidad era su centenario, según aparece en el cartel-mural de su fachada.

Teatro Segura.
Volviendo a Unión tomamos el lado derecho en dirección a Plaza de Armas. Aquí encontramos el edificio más típicamente modernista de la ciudad: el Estudio Fotográfico (4). Los elementos del modernismo antes vistos se ven perfectamente y dan un edificio de modestas dimensiones pero muy equilibrado e integrado en el jirón. No tiene nada que envidiar a edificios del mismo estilo en otras ciudades. Personalmente, el balcón central, justo debajo de la inscripción del Estudio Fotográfico, me recuerda a las máscaras de Gaudí en su barcelonesa casa Batlló. Un edificio más avanzado en el tiempo, más ecléctico, es su adosado colindante. Interesante, pero empequeñecido ante el "Estudio".

El Estudio Fotográfico.

Detalle del Estudio Fotográfico.


Edificio anejo al anterior.


Volteando por Ucayali, tras cruzar el Pasaje de Olaya y el Jirón de Carabaya, en su esquina con Lampa, se llega al edificio neoclásico y algo grande, que ocupa en la actualidad el Museo de la Filatelia (5). Este estilo neoclásico era el preferido para destinarlo a sedes bancarias y financieras, buscando aunar cierta belleza con sentido más funcional. En aquellos años imagino que serían estas calles una pequeña "City" financiera o Área Central de Negocios (CBD).
Museo Filatélico.

Retrocediendo por Ucayali, tras cruzar Carabaya, volteamos a la derecha para ver un edificio de art decó (6) en el Pasaje de Olaya, joven pescador de Chorrillos, patriota. Fué descubierto por los realistas y fusilado en plena juventud los años inmediatamente anteriores a la inevitable Emancipación.

EN TORNO A LA PLAZA DE ARMAS
El Pasaje de Olaya conduce a la Plaza de Armas. Dos lados del plano cuadrangular de la misma son llamativos por su color pastel y estilo neocolonial, con sus balconadas de madera y su decoración característica. La Municipalidad (7) ocupa uno de sus edificios. A su lado norte se agranda la calle del Conde de Superunda. En este pequeño espacio se erigía una estatua de Pizarro, en destacado pedestal, y que sivió de modelo para su homonima en su Trujillo natal, en la región española de Extremadura. Hace unos años se trasladó al cercano Parque de La Muralla. Sin pedestal, y entre hojas, lo que hace que sea poco visible. Al lado se puede recorrer el Pasaje del Correo (8), edificio en galería con estructura de hierro, tan típica de aquellas épocas, en las que artistas e ingenieros debatían sobre su obras.

Edificio de Art Decó.

Municipalidad de Lima en plena Plaza de Armas.

El Pasaje del Correo.

De nuevo en la Plaza de Armas, aún nos queda el neocolonial, neo barroco y ecléctico Palacio Presidencial (9). A veces pueden visitarse, previo permiso de los guardias, algunas estancias del interior. Los turistas se arremolinan en sus verjas para ver el Relevo de la Guardia. En este solar se levantaba el viejo Palacio Virreinal desde tiempos de la fundación de Lima.

Palacio presidencial.

Por el lado de la pared sureste palaciega, tomando la calle de Carabaya, se llega a la Estación de Desamparados (10). Es un edificio muy curioso. Fue antaño una estación de ferrocarril. Tras su abandono como estación, pasó a ocupar sus salas una estupenda exposición que recorre la historia de la literatura peruana, desde las tradiciones orales de los incas hasta la actualidad.

CONCLUYENDO EL PASEO
Tras Desamparados se llega a una gran labor de recuperar una zona urbana degradada: el Parque de La Muralla (11). Hasta hace relativamente poco tiempo era un lugar de drogadictos, marginales, etc. Hoy es un parque que muestra los restos arqueológicos de la vieja muralla. Es también un lugar de paseo en fines de semana. Como dijimos, la estatua de Pizarro está en este parque, aunque en un lugar poco prominente de observación.
Las dos fotos del principio deberían de estar en este espacio, pero un error de cálculo me hizo ponerlas al inicio.

Unos paseos por el cuadrado del centro de Lima virreinal que acaban aquí. Tres paseos que no buscan una exhaustiva presentación de edificios. Muchos lugares se han omitido. Esa es una tarea ingente y daría un libro de mucha extensión, lo que da idea de la importancia de esta reducida área urbana. Es más bien un conjunto de edificios que atrayeron mi atención en mis paseos. En la siguiente y última entrada comentaré algunos lugares que me gustaron de la Lima fuera del cuadrado que estudiamos. También será una aportación muy modesta, consciente de la cantidad de lugares y edificios que me faltan, tanto por ver, como ya vistos pero sin fotografiar. Para hacer una buena guía (tanto de texto como de fotografía) es necesario al menos unos o dos meses de estancia allá. Eso sin contar otros rincones interesantísimos de la ciudad.
La consulta del Google Earth me ha sido de gran utilidad. Buenos mapas también, tanto de las guías como de folletos turísticos tomados allá.

6 comentarios:

Cayetano dijo...

Buenas fotos e interesantes comentarios. Creo que te van a adoptar como gallego del año o algo así.Jejeje.
Me parece que los pies de las fotos con los amigos blogueros están trastocados. Reconozco en la foto inferior a Arturo. Creo que es él.
Interesantes también las muestras del arte modernista: la burguesía va desplazando del centro económico y cultural a la Iglesia. La foto del "Estudio fotográfico" me recuerda mucho al modernismo catalán del Paseo de Gracia.
Un saludo.

Cayetano dijo...

Por cierto, la estatua de Pizarro con que abres la entrada me recuerda mucho a la que hay en Trujillo. El estilo es parecido.

José Luis de la Mata Sacristán dijo...

en mi opinión hay ciudades para visitar, como Toledo, Santiago de Compostela, Roma, etc. y las hay para pasear como Dublín, Oviedo, y por lo que nos muestras Lima...

La estatua de Pizarro me parece prima hermana de la de Trujillo

Juan dijo...

Hola amigos. Jajaja. Bueno, la verdad es que me gusta estar en Lima, pues si se viaja con amistades de lujo en el lugar, la estancia es más grata aún. No hay nada mejor que el cosmopolitismo. Lima es una ciudad que engancha, aunque hay que descubrirla, como Madrid, pues no es tan espectacular como París o Roma. Anímense y crucen el charco, que merece la pena disfrutar, no solo de los paisajes y monumentos, sino de la amistad y hospitalidad de sus gentes.
Saludos, caballeros.

Juan dijo...

Por cierto, la estatua de Pizarro tiene su mecha. Se erigió a inicios del siglo XX y se colocó en un lateral de la Plaza de Armas. El alcalde de Trujillo la copió en 1924 para su Plaza Mayor. Hace pocoas años, un alcalde limeño y crítico a la época colonial, desplazó la estatua al parque de La Muralla, detrás del palacio presidencial, entre árboles, sin pódium y poco visible. En su lugar se ha instalado una fuente con chorros variables. La estatua en sí, parece que no es de Pizarro, sino un monumento al conquistador en general. Luego se le dió como efigie del extremeño.

Camila dijo...

Como dice Juan Lima es una ciudad muy interesante y su gente es alegre,hospitalaria ese calorcito de la gente con los visitantes hace que se sientan como en su casa y eso nos hace la diferencia al resto de los países.

Saludos Juan Pedro.