PÍO BAROJA (1872-1956)
La literatura es una de las fuentes más importantes de la historia. Traigo aquí otra de las más célebres novelas barojianas: Zalacaín el aventurero, de tamática vasca, junto a la de La busca, de temática madrileña. En esta novela de su trilogía La tierra vasca, a la que también pertenecen: La casa de Aizgorri y, El mayorazgo de Labraz, recrea sucesos de la Tercera Guerra Carlista (1872-1876). Don Pío Baroja nació en San Sebastián en 1872 y murió en Madrid en 1956. Su pensamiento complicado y su existencialismo se proyecta en sus novelas y en sus personajes célebres: Andrés Hurtado de El árbol de la ciencia, el Manuel de La busca, el Fernando Osorio de Camino de perfección, o éste de Martín Zalacaín. Como liberal que era, es de imaginar la crítica del carlismo y, posteriormente del nacionalismo vasco naciente en los años de su juventud. Poco amante de las etiquetas y de la vida pública, se recluyó a inicios del siglo XX en su caserío de Itzea en la localidad navarra de Vera de Bidasoa durante los estíos, tras sus inviernos madrileños. Tampoco le gustaba que le etiquetasen como miembro de la Generación de 1898, junto a los Machado, Unamuno, Valle-Inclán o Azorín.
Don Pío Baroja, 1872-1956
Tras el Prólogo que describe la villa de Urbía años después de la acción de la novela, la obra se dividen en tres libros.
En el Libro I (nueve capítulos) decribe la juventud del protagonista, ejemplo de vasco liberal, y su enemistad con el vecino Carlos Ochando, vasco carlista. Describe la vida en la villa y la muerte de sus padres y su vida con su tío abuelo Tellagorri, liberal. Se enamora de Catalina, hermana de Carlos. Ignacia, la hermana de Martín Zalacaín, se casa con un vasco-frances.
En el Libro II (catorce capítulos) describe sus andanzas y correrias por la Tercera Guerra Carlista. Se cambia de bando: del carlismo al campo liberal. Espía para los liberales y se infiltra en la capital carlista: Estella, donde es detenido y logra escaparse a Logroño. Aventuras bélicas que culminan con su heróica toma de Laguardia.
En el Libro III (seis capítulos) se describe el final de la guerra, al ponerse al servicio del mísmo general alfonsino Martínez Campos. Tras confesar su aburrimiento por la vida aburrida y monótona, Baroja decide dar muerte a su protagonista: un carlista le asesina de un disparo a traición por la espalda.
Carlos Ochando, de familia riquísima de su villa, es la antítesis de Martín. Carlista, envidioso y resentido.
En el Libro I (nueve capítulos) decribe la juventud del protagonista, ejemplo de vasco liberal, y su enemistad con el vecino Carlos Ochando, vasco carlista. Describe la vida en la villa y la muerte de sus padres y su vida con su tío abuelo Tellagorri, liberal. Se enamora de Catalina, hermana de Carlos. Ignacia, la hermana de Martín Zalacaín, se casa con un vasco-frances.
En el Libro II (catorce capítulos) describe sus andanzas y correrias por la Tercera Guerra Carlista. Se cambia de bando: del carlismo al campo liberal. Espía para los liberales y se infiltra en la capital carlista: Estella, donde es detenido y logra escaparse a Logroño. Aventuras bélicas que culminan con su heróica toma de Laguardia.
En el Libro III (seis capítulos) se describe el final de la guerra, al ponerse al servicio del mísmo general alfonsino Martínez Campos. Tras confesar su aburrimiento por la vida aburrida y monótona, Baroja decide dar muerte a su protagonista: un carlista le asesina de un disparo a traición por la espalda.
LOS DOS PROTAGONISTAS
Martín Zalacaín, de familia pobre, sin estudios, liberal autodidacta, formado en la calle. Por interés es carlista, hasta que se pasa definitivamente al campo liberal. Al no saber vivir la vida tranquila Baroja le redime con la muerte tras cumplir su deber con los liberales.Carlos Ochando, de familia riquísima de su villa, es la antítesis de Martín. Carlista, envidioso y resentido.
TOPÓNIMOS DE LA NOVELA
Oñate (Universidad carlista), Vera de Bidasoa, Hernani, Estella (capital carlista), Sokoa y Saro (localidades del vecino País Vasco-francés), Améqueta, Zumaya, Echarri-Aranaz, Viana, Logroño, Laguardia, Elizondo y Roncesvalles (la célebre abadía, inicio del camino de Santiago). En negro las localidades navarras, las demás son guipuzcoanas salvo Laguardia (Rioja alavesa); Logroño (La Rioja); o las citadas vasco-francesas. El País Vasco-francés aparece como protagonista unido al vasco-español, como testimonio de hermandad lingüística y cultural aunque, don Pío, a través de sus personajes, sabe diferenciar perfectamente como España y Francia.
Algunos topónimos aparecidos en la novela. Son los que aparecen en rojo. La mayoría se desarrollan en las provincias de Guipúzcoa y Navarra. También en dos localidades vasco francesas y en La Rioja, tanto la logroñesa como la alavesa.
Estella (Navarra), la capital carlista, la Corte de Carlos VII.
Carlos VII, duque de Madrid, pretendiente carlista.
Arsenio Martínez Campos, el general alfonsino que derrotó a los carlistas.
Alfonso XII (1874-1885), restaurado en 1874 en el golpe de Sagunto.
LA TERCERA GUERRA CARLISTA (1872-1876)
Tras las dos guerras anteriores: (1833-1839); (1846-1849, incluida la intentona de San Carlos La Rápita en abril de 1860); el calismo vuelve a la carga. En 1872, en plena crisis del Sexenio Democrático, (1868-1874) en el reinado de Amadeo I de Saboya, se inicia esta tercera guerra civil. Los carlistas levantaron un verdadero Estado muy organizado en el País Vasco y Navarra. El anuncio de restaurar los viejos fueros de la Corona de Aragón, provocó el alzamiento en estos territorios. También hubo partidas carlistas en Castilla-La Mancha y Extremadura. Bilbao, la gran urbe vasca, también estuvo, como en la primera guerra, en el campo liberal, también fue sitiada, y también logró resistir el nuevo asedio. Miguel de Unamuno vivió de niño ese asedio y le sirvió para ambientar su novela Paz en la guerra.Los carlistas lograron inicialmente neutralizar las ofensivas liberales. Los gobiernos de Madrid estaban enfrascados en las crisis tan fuertes del Sexenio: la abdicación de Amadeo I en febrero de 1873, la I República de ese mismo año y la dictadura personal de Serrano de 1874. Crisis acompañadas de la rebelión cantonal en el sureste penisular, especialmente en Cartagena, y la guerra chiquita de Cuba, primer aviso de la futura crisis de 1898.
Con Alfonso XII restaurado en Sagunto (diciembre de 1874) se encargó a Martínez Campos la campaña final contra los carlistas. Esa campaña es la que ambienta nuestra novela analizada. Tras la caída del frente catalán en 1875, la ofensiva fue contra Estella. En febrero de 1876 tuvo que cruzar la frontera francesa Carlos VII.
Carlos VII, el duque de Madrid, nació en Liubliana, la capital de Eslovenia, en 1848. Era sobrino de Carlos VI (segundo pretendiente carlista) y nieto de Carlos María de Isidro (primer pretendiente y hermano de Fernando VII). Su juventud discurrió en el imperio austrohúngaro. Tras la guerra residió en el norte de Italia. Falleció en Varese en 1909.
Alfonso XII, hijo de Isabel II. Rey de España en 1874 tras el golpe de Estado de Martinez Campos en Sagunto (Valencia). Nació en Madrid, en 1857. A los once años tuvo que irse al exilio tras el destronamiento de su madre en septiembre de 1868. En 1875 entró triunfante en Madrid. reinó apenas diez años, falleciendo en 1885 en el palacio madrileño de El Pardo. Su reinado fue el paradigma de la Restauración, régimen que duró hasta 1923. Nació el régimen de un golpe y acabó con otro golpe: el de Primo de Rivera. Su hijo y sucesor: Alfonso XIII, fue destronado ante unas elecciones.
Arsenio Martínez Campos (Segovia, 1831-Zarauz, 1900). Participó a las órdenes del general Prim en la guerra de África de 1860 y en la expedición a México de 1862. Ya en el Sexenio, derrotó el movimiento cantonal en 1874. Tras la derrota del carlismo, y tras ser nombrado capitán general, logró pacificar Cuba (Paz de Zanjón, 1878). Más tarde, en 1882, fundó la Academia Militar en el alcázar de Toledo. En 1890-94 en la primera guerra del Rif, a las afueras de Melilla, logró pacificar esas tribus rifeñas. En 1895-96 fue de nuevo destinado a Cuba, pero ya no tuvo la suerte de poder negociar otra paz. Fué reemplazado por el general Valeriano Weyler.
11 comentarios:
Interesante paralelismo histórico-literario.
He de reconocer cierta ignorancia en esta época, solo tengo algunos sucesos sueltos...
Por cierto, tema escabroso el que has abierto... no voy a recordar pasadas polémicas en este mismo blog ;) jajajaja
Enhorabuena por tu entrada, en la que relacionas admirablemente el mundo literario y el histórico, como en otras ocasiones.
Buen tipo este don Pío Baroja, un vasco liberal y español, vasco- madrileño-médico-panadero, poco sospechoso de aventuras nacionalistas o carlistas que, al fin y al cabo, tuvieron algo que ver en sus orígenes. Ver Sabino Arana y de dónde procedía.
Por cierto traes el libro de Austral con Zalacaín que es precisamente el que yo tengo en casa. Famosa y barata la colección Austral a la que tantas lecturas debo.
Como dice José Luis, erperemos que los seguidores de don Carlos no estén por ahí y te den de nuevo la tabarra.
En mi colección de fotos de personajes históricos tengo guardadas ya algunas imágenes que me subí de internet que veo que también has colgado aquí. O sea que cuando las ponga las vas a reconocer el primero de inmediato.
Un saludo y feliz resto de semana.
Me encanta el trabajo que haces en este blog, sí señor. Como te digo siempre, te tenían que citar como recurso para clase de Historia.
Muchas gracias señores por los comentarios.
José Luis, ya pensaba en los carlistas cuando lo escribía. Incluso cuando escribía sobre el franquismo temía que me saliese un fachorro por ahí. Me acuerdo de tu cabreo con aquél Perlimplin carlista cuando confundió el saqueo de Cuenca con una carga policial.
Cayetano, don Pío es uno de mis grandes escritores. Yo también me iniciaba en mi adolescencia en esa colección de Austral. ¿quién no de nuestra generación?
Pcbcarp, gracias por tus elogios, aunque no creo que sean para tanto. Hay muchos blogs de historia mucho mas pedagógicos. Este blog lo tengo con fines meramente de entretenimiento.
Saludos.
Te he dejado en mi blog una participación de lotería.
Suerte.
¡¡Tatachánnnn!! Cuidado que le vigilo, ja, ja.
Y no confundí nada con ninguna carga policial, no está bien mentir, no, no, no.
Muchas gracias don Cayetano por su lotería.
Bueno señor Perlimplin, bienvenido de nuevo a este humilde blog. Veo que ustede me sigue. Y parece que ya con tolerancia y sin altercados. Pues nada bienvenido sea siempre que haya respeto mutuo: usted con su ideología carlista y yo con mi simpatía por el republicanismo democrático y laico español.
Hola, Juan.
Enhorabuena por tu espacio. Es agradable poder pasearse por blogs amigos que comparten la pasión irreflenable por la Historia. Sin ella, ¿qué haríamos?
Pues hace muy poco tiempo he escrito en el semanario Béjar en Madrid un artículo, que colgaré, lo prometo, dentro de poco en mi blog, sobre el tema del carlismo en Béjar.
Sí, carlismo en el sur de Castilla. Los lugares más conocidos por los que se expandió este conflicto fueron el norte y el este de la penínusla, pero también el norte de Extremadura. En Béjar se produjeron al menos dos invasiones de tropas carlistas hasta que fueron neutralizadas por el General Pardiñas y los habitantes de la villa, que siempre se caracterizaron por su liberalismo.
Un abrazo
Magnífica esta entrada de uno de los grandes de la narrativa española. Por cierto que zalacaín y su antagónico Carlos, me recuerdan vagamente al Salvador Monsalud y al Carlos Navarro de la segunda serie de los episodios nacionales de Galdós. Saludos
Enhorabuena a tí Carmen, pues tú si que tienes un blog excelente y de alto nivel intelectual. Interesante esas entradas de la Guerra de la Independencia en Béjar. Y buenas serán las del carlismo. Tienes una provincia de lo más súper. En Palomares de Béjar y en Hervás tengo mis ancestros paternos.
Hola Javier. En efecto, esa comparación es tabién muy galdosiana. Carlos Navarro "Garrote" el típico personaje galdosiano odioso y reaccionario, es la antítesis del afrancesado y liberal Salvador de Monsalud. Ya expondré sobre los Episodios galdosianos de mi también admirado Don Benito.
Gracias por vuestros comentarios.
Muy interesante asunto el que tratas. Mirando por la web creo que sería interesante leer también las vicisitudes del cura Santa Cruz publicado en este link
http://carlismoenlared.blogspot.com/2009/05/la-partida-del-cura-santa-cruz-y-su.html
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