sábado, 11 de junio de 2011

EL PROTECTORADO ESPAÑOL EN MARRUECOS, 1906-1956. MEDIO SIGLO DE SANGRE SIN SENTIDO (2ª PARTE)

 
Antecedentes
Tras la humillante derrota española ante el Tío Sam en 1898, con la consiguiente expulsión de América cuatrocientos años después, España está en una situación de postración. El regeneracionismo y el pesimismo noventayochista vuelven sus ojos al estrecho de Gibraltar por dos motivos diferentes. Unos ven en Marruecos el nuevo escenario de politica exterior, otros como mera defensa nacional. Hacia 1900 España se acerca a franceses y británicos. Sus fronteras están amenazadas. Incluso el primer ministro británico, lord Salisbury, ha llegado a plantearse el territorio español como "colonizable" y repartible. Las islas Canarias y las plazas norteafricanas eran punto de mira. Los partidos del régimen del turno estaban entusiasmados, junto al Ejército. Los socialistas de Pablo Iglesias denunciaban la guerra: era una carnicería para los hijos de los obreros y un favoritismo para los hijos de la burguesía, que pagaban su exención del servicio militar con el pago de un dinero.
Es la época de la "Belle Époque" o de la "Paz Armada", con su lema: "si vis pacem, para bellum". Se esperaba que la Triple Entente de Francia, Gran Bretaña y Rusia, estallase contra la Triple Alianza de Austria, Alemania e Italia en cualquier momento, para darse Francia el gustazo ante Alemania tras la humillación de 1870. Esos años se estaban repartiendo los europeos África y Asia. A menudo chocaban en sus conquistas, incluso en Europa Oriental, en los Balcanes, aprovechando el fin del Imperio Otomano.

Protectorado español de Marruecos

 
El origen del Protectorado está enmarcado en esta vorágine. En 1905 Alemania intentaba formar un imperio colonial para su producción en aumento. Sus colonias eran muy pequeñas en relación a los dos grandes: Gran Bretaña y Francia.

La Conferencia de Algeciras, 1906
En 1914, con el estallido de la Gran Guerra, Alemania apenas controlaba en África Tanganika, Camerún, Togo y Namibia. Para evitar la guerra se celebró la Conferencia de Algeciras entre enero y abril de 1906. En ella se acordó que Francia tendría, con España, preferencia en Marruecos. Alemania quedaba rezagada. Además, españoles y galos podrían intervenir militarmente si el sultán no detenía la anarquía reinante. En 1907 hubo un asesinato de obreros franceses en Casablanca, que es respondido por Francia con un bombardeo naval. Se iniciaba la ocupación francesa al mando del mariscal Liautey.
En la frontera de Melilla, en julio de 1909, otro asesinato, de obreros españoles, provocó un desastroso ataque español. El resultado, una matanza en el Barranco del Lobo, a los pies del monte Gurugú, al lado de Melilla. La contraofensiva necesitó de refuerzos. Los reservistas catalanes se negaron a ir a una "guerra española". El mes de julio Barcelona fue escenario de una "Semana Trágica", en que los anarquistas se hicieron con la ciudad, sumida en asaltos a conventos, tumbas profanadas, asaltos de mansiones, etc. La represión militar se llevó la vida de varios encausados arbitrariamente, como Francisco Ferrer Guardia, pedagogo anarquista, que caía ejecutado en Montjuïtc. La reacción fue la caída de Antonio Maura del gobierno y las protestas ante las embajadas españolas en Europa. Esta guerra va a marcar mucho la política española hasta 1956 como ya se verá más adelante.
En noviembre de 1912, ante el aumento de la anarquía en el sultanato, se acuerda el Protectorado. Alemania había enviado el acorazado Panther a Agadir, aunque Francia le daría territorios en África Subsahariana para aplacarla. Francia ocupaba Fez y España Larache. España nombraba al general Felipe Alfau como Alto Comisario. La capital estaría en Tetuán y en Larache la comandancia militar. La prensa española estaba eufórica con la ocupación de la capital marroquí y recordaba la ocupación de Prim medio siglo antes, en 1860. El jalifa, representante del sultán se presentaba ante el Alto Comisario.

¿Qué obtuvo -y por qué- España en Algeciras?
España obtenía un terrorio paupérrimo, una simple marca territorial, unas migajas...para que ni rechistase...y diese encima las gracias. ¿Francia y Gran Bretaña nos lo daban gratis? Ni eso. Veamos. Gran Bretaña y Francia ya chocaban imperialmente. Incluso casi llegan a las manos a fines del XIX en Sudán, tras el incidente de Fashoda. Ahora "imponían" un tapón para evitarse en el Estrecho. Gran Bretaña no quería a Francia ante Gibraltar, por ello ambos acuerdan que España ocupase la franja norte de Marruecos. A cambio, Londres reconocía la anexión de Francia, la cual redondeaba su imperio en el noroeste africano. Gran Bretaña había hecho de Gibraltar más valioso aún, pues la construcción del canal navegable de Suez le permitía aligerar el viaje a la "Joya de su Corona": la India. Gibraltar-Malta-Port Said-Mar Rojo-el Índico-Bombay. Ese eje acababa con la ruta portuguesa del cabo de Buena Esperanza. En esos años sus primos americanos lo emulaban en el canal de Panamá, acabando con la ruta española de Magallanes. Por tanto, España se encontraba en una "zona caliente" de las relaciones internacionales imperialistas.
El territorio español estaba compuesto por el Rif y la Yebbala. El Rif es la zona próxima a Melilla. Significa el límite del aduar, de la casa de los fieles. Los Beni Urriagel son la kábila (tribu) dominante, vardera pesadilla del Ejército español. Yebbala es la zona próxima a Ceuta. Yebbala, de jebel, montaña en árabe. Es zona montañosa, estribación de las montañas rifeñas. La zona es muy pobre en relación a la zona francesa. Una zona fértil, con un clima mediterráneo en la costa atlántica del norte, con olivos, huertas y frutales. Sus habitantes relativamente fáciles de conquistar, a pesar de estar en poder del bandido semifeudal El Raisuni. La tribu de los Anyera, cercana a Ceuta, también sería dura de pelar. En su territorio de El Biutz, cerca de Ceuta, fue herido Franco. La zona del Rif es ya casi el desierto que se asoma al Mediterráneo. Todos bereberes islamizados pero despreciativos hacia los árabes, incluso hoy. Su idioma el cherja, de origen remoto y prerromano.
En el extremo noroccidental del continente, en el cabo Malabata, se encuentra Tánger. El territorio que rodeaba la ciudad sería un Protectorado Internacional, administrado por varias potencias europeas en conjunto. El territorio español, por tanto, comprendía la zona desde el Atlántico norte marroquí, hasta el río Muluya, al este de Melilla. Ni siquiera Francia nos dejó llegar a la frontera argelina, a Oujda. Una línea fronteriza paralela a la costa, al norte de Fez marcaba los dos protectorados. Fez, la histórica y monumental ciudad, inicialmente para España, quedó en manos francesas. Como vemos, solo nos dieron lo justo para aislarse del Estrecho. El territorio más hostil desde siempre a cualquier autoridad: en el siglo VII fue muy duro ante la invasión árabe, el resto de siglos, apenas fue sometido por los sultanes marroquíes. Tenía los más belicosos guerreros bereberes. Ellos, los zulúes y los abisinios, eran los más peligrosos de África. Como vemos el territorio español era como un potro difícil de montar a cualquier jinete.
Al borde del Sáhara, España conseguía el Protectorado Sur: el territorio de Tarfaya o del cabo Jubi, frente a las Canarias. Era un erg (arenal) desértico. Su límite norte, el río Draá. También España tenía derecho al territorio actual de Sidi Ifni, el que se creía que era la vieja plaza del siglo XV: Santa Cruz de la Mar Pequeña. Esa plaza no se ocupó hasta ¡¡¡1934!!!. Ello indica el desinterés y caos de la política española en Marruecos. En 1957 traerá una silenciosa y sangrienta guerra que Franco escondió.
El Marruecos francés, el llamado por Liautey el "Marruecos útil", ocupaba la costa atlántica hasta las cumbres del Atlas. Olivos, viñedos, frutales, gargantas frescas y húmedas, bosques de cedros, kábilas menos hostiles, más arabizadas, etc. Más al sudeste empezaba el desierto, el territorio de los tuaregs desechado por los franceses.
En 1914, para evitar criticas de los contendientes en la Gran Guerra, se detuvo la ofensiva de ocupación. Sin embargo, en 1919 se reanuda al acabar aquella guerra. El general Dámaso Berenguer ocupó la Yebbala, a pesar de fracasar su intento de comprar la paz a El Raisuni. En 1920 caía la pintoresca Xáuen, ciudad santa, fundada por moriscos españoles a inicios del siglo XVI, aquellos expulsados de los Reyes Católicos. Los andaluces del XX se reencontraban con los descendientes de los andalusíes. En el este, en Melilla, Fernández Silvestre empezaba una ofensiva contra Alhucemas.
En 1921 parecía que sería un paseo militar la ocupación del Rif y la Yebbala. La realidad era bien distinta. La pesadilla y la sangría iban a comenzar con sus miles de muertos. Seis años de pesadilla.

7 comentarios:

Cayetano dijo...

Estupenda entrada de un incansable viajero por tierras vecinas y también lejanas.
La época no podía ser peor para un país colonial de tercera como el nuestro. Era la época del "tanto pesas, tanto vales" en política internacional, la época en que estaba de moda el "darwinismo social", esa teoría aberrante, para sonrojo de los darwinistas auténticos, compartida por gentuza ultranacionalista como Spencer y ese lord británico apellidado Salisbury. Y España, una potencia de tercera regional, estaba en clara desventaja y no podía pavonearse de su poderío. Para más inri hasta el desembarco de Alhucemas le llovieron tortazos uno traas otro: barranco del lobo, Annual... y todo para mantener un triste territorio lleno de gente pobre y humillada.
Un saludo.

Juan dijo...

En efecto, un ridículo completo. Un país que jugaba a imperialista con otro y que, en 1956, estaban a un nivel similar de desarrollo ambos. Muy caro territorio a conquistar. Lamentable.

José Luis de la Mata Sacristán dijo...

el protectorado solo sirvió para mantener entretenidos a militares humillados tras el 98... y a la postre un vivero de golpistas que nos podríamos haber ahorrado si no hubieramos metido la zarpa donde no nos llamaban...

CAROLVS II, HISPANIARVM ET INDIARVM REX dijo...

Unas migajas que no valieron sino para mermar a la sociedad española con la muerte de cientos de sus jóvenes en las sangrientas batallas habidas en el Rif. Nada que ver con lor vergeles de Cuba, Puerto Rico o Filipinas que, aún siendo poco respecto al gran Imperio americano perdido en la década de los 20 del XIX, eran mucho más productivas e interesantes comercialmente que ese inóspito Marruecos norte. El Sahara como dice no se conquistó hasta 1934, al menos su parte interior, la franja costera era ya controlada a finales del XIX...sería precisamente este territorio la última colonia española con el triste y vergonzoso recuerdo de la marcha verde del que aún hoy los saharauis pagan las consecuencias.

Un abrazo.

CAROLVS II, HISPANIARVM ET INDIARVM REX dijo...

Los que tanto nos habían envidiado, Inglaterra y Francia, se aprovechaban y humillaban ahora al gigante caído...triste destino el nuestro...

Juan dijo...

Hola José Luis. En Efecto, Marruecos además fue la cuna de los "africanistas", como América la de los "Ayacuchos" del siglo XIX. Ambos sectores fueron los golpistas de nuestra historia contemporánea.
Saludos.

Juan dijo...

Carolus II, Rex Hispaniarum et Indiarum:
En efecto, el ridículo del Sáhara nos salpica hoy, a nosotros, y lo peor de todo, a los saharahuis. Lo de la ocupación de 1934 fue del territorio del actual Ifni, del que ya hablaremos.
Saludos Majestad y feliz lunes.