domingo, 30 de agosto de 2009

UN LIBRO: EL ENIGMA DEL ESCORIAL

El historiador e hispanista británico Henry Kamen ha publicado un nuevo y polémico libro en el que sigue  revisando la Historia de España en la Edad Moderna. El libro se titula El enigma del Escorial. El sueño de un rey. Editorial Espasa. Madrid, 2009. 300 páginas. Esta nueva obra completa su anterior biografía de Felipe II escrita hace nueve años: Felipe de España.

Kamen, británico, afincado en Barcelona, ha escrito mucho sobre temas históricos que se daban por cerrados. Ha dado la vuelta a las tradicionales interpretaciones historiográficas. Sus obras más famosas versan sobre el reinado de Carlos II, la Inquisición, la persona de Felipe II, o el Imperio español. En cada uno de estos libros expresa opiniones por completo novedosas y no menos sorprendentes.


Henry Kamen
Se articula el libro en nueve densos e interesantes capítulos.
Empieza el primer capítulo describiendo su viaje juvenil por Europa (el felicísimo viaje), el cual le imprimió su carácter posterior, mucho más moderno del que se ha hablado frecuentemente. Su mente estaba muy influida por el norte de Europa, no por la mentalidad propia de la Castilla en que nació. En ese viaje conoció, desde Tiziano, a los escultores Leoni, Jacopo da Trezzo (Jacometrezo), hasta príncipes protestantes germanos. Conoció, a su vez, la abadía alemana de Ettal, considerada por muchos la principal fuente de inspiración para El Escorial. Asistió en el Trento del Concilio y la Contrarreforma a los apasionantes debates teológicos que se daban en aquellos días. Contaba con 21 años cuando zarpó del puerto de Rosas el 2 de noviembre de 1548. Asistió a la dieta alemana con su padre el Emperador Carlos, con el que se reencuentra en Bruselas el 1 de abril de 1549, tras seis años sin verle. Padre e hijo no se llevaban tan bien como se ha dicho frecuentemente. El 21 de julio de 1551 volvía a la península desembarcando en Barcelona.

Abadía de Ettal, ¿inspiración para El Escorial?

Plano del Real Monsterio de San Lorenzo de El Escorial
El 20 de julio de 1554 desembarcaba en Southampton para casarse el día 25 del mismo mes con María de Estuardo, once años mayor que él. Permaneció algo más de un año en Inglaterra, hasta el 4 de septiembre de 1555, día en el que zarpa desde Dover hacia Bruselas, donde llega el 25 de octubre, para asistir a la abdicación de su padre. En los Países Bajos estuvo hasta 1559. El 14 de septiembre entraba en Valladolid. Alemania y Flandes la cautivaron. Castilla y España, con su sequedad, le fueron indiferentes.
En el capítulo 2 demuestra por completo que la gran batalla de San Quintín (10-8-1557) no fue una victoria española como dice el mito: solo un 12% de españoles y al mando de jefes flemencos e italianos.
 
El capítulo 3 trata de la fundación del monasterio, que la tenía planeada antes de la batalla. Eligió El Escorial a fines de 1561, iniciándose laas obras en abril de 1563. Es falso que desde la turística y actual Silla de Felipe II viese esas obras. Madrid, Aranjuez, Valsaín y El Pardo le encantaban, mucho más que El Escorial. Eligió enterrar en el a sus familiares, pero la idea de fundar un Panteón Real será de su hijo, el rey Felipe III. Su nieto, el rey Felipe IV, lo acaba en el siglo XVII. Fue muy aficionado a la arquitectura, al arte extranjero (Van der Weyden, Durero, El Bosco, Tiziano, despreció al Greco), a los jardines y a la naturaleza.
 
El capítulo 4 desmiente que fuese un "templo mágico de sabiduría". Más bien era lo contrario: lo era de alta cultura. Era, junto a Guadalupe, el único gran monumento español, similar a los grandes de Europa. Se le comparaba con el Templo de Jerusalén, y al rey con César, Salomón o Alejandro Magno. Demuestra el autor el gran nivel cultural de Felipe II para su época y en comparación con los otros monarcas europeos contemporáneos: gran lector y arabista antes de la Guerra de las Alpujarras. Arias Montano,  su bibliotecario, compró buenos libros para su biblioteca personal. Ordenó la triangulación de la península, traer plantas exóticas de América o elaborar las Relaciones Topográficas y Geográficas de Castilla (1575). El Escorial era un verdadero oasis cultural que contrastaba con el páramo cultural español.
Biblioteca del Escorial.

Desmiente en el capítulo 5 que fuese un prisionero asiduo del edificio. La austeridad de sus aposentos se debía a que siempre los vió como temporales. Sus estancias largas eran en Madrid, Valsaín y Aranjuez. Es falso que se aislase en El Escorial: España le decepcionó tras su viaje. Era una persona cosmopolita que conoció en persona a sus futuros enemigos: los protestantes alemanes e ingleses. Los extranjeros entraban en España y los españoles salían frecuentemente al extranjero a estudiar. Su vida era desenfadad y en contacto con la naturaleza. Vestía colores vivos y alegres, salvo en sus últimos años y en los lutos oficiales de la época ante las frecuentes y traumáticas muertes de sus familiares. Su carácter campechano se agrió en momentos puntuales como la muerte de su hijo Carlos o el desastre del Invencible. Ambos le sumieron en fuerte depresión.
 
El capítulo 6 contrasta la actuación de Felipe II con la de reina inglesa Isabel:
* No tuvo nunca un poder fuerte, solo era rey de pequeños Estados semiindependientes entre sí.
* No tuvo tratadistas o teoricistas de su absolutismo.
* Nunca tuvo cuadros suyos expresando su poder. El retrato ecuestre es obra de Rubens, y fue pintado treinta años después de su muerte. Su estatua expuesta en el Museo del Prado de Madrid fue tallada cuando aún era príncipe y estuvo almacenada en el taller de Leoni hasta... ¡1608!
* Nunca reclamó el trono imperial alemán.
* Sus colecciones de tapices no eran de batallas que le diesen gloria, sino de temas mitológicos y bíblicos.
Isabel de Inglaterra fue mucho mas cruel con sus opositores católicos, con los rebeldes irlandeses y americanos, además de fomentar el culto a su persona, al igual que Luis XIV, el Rey Sol. Los teóricos del Imperio español más que exaltarlo lo criticaban: el padre Las Casas o Francisco de Vitoria. No anuló los Fueros de Aragón ante la rebelión de ese reino foral tras el caso de Antonio Pérez.
 
El capítulo 7 se titula: La Sala de Batallas. En él defiende su pacifismo. Se bautizó la sala con ese nombre en ¡1764!, antes era un simple corredor que le conducía a sus habitaciones privadas. No exaltaba su falso militarismo. En su reinado solo declaró guerras inevitables: a Inglaterra en 1558 y, ¡tardó treinta años en atacar con la Invencible!, cesó en su cargo al belicista duque de Alba, prohibió más conquistas en América, y nunca estuvo personalmente, al revés que su padre, en ninguna batalla.
Las grandes batallas gloriosas de la historia de España como Las Navas de Tolosa (1212) o la toma de Granada (1492) no están en la sala. La batalla de Lepanto contra el turco fue más italiana y de la Cristiandad en general, que de los españoles. Por ello, Tiziano le hizo un cuadro mediocre.
La sala está decorada con una batalla secundaria: la de Higueruela, cerca de Granada (1431). La pintura es de una calidad extraordinaria, de ahí su elección. También decora la sala la batalla de Terceira (Madeira), contra el rebelde prior de Crato portugués. Pero esta elección no fue para humillar a sus nuevos subditos portugueses, sino para acentuar su triunfo contra los franceses, verdaderos aliados del prior. Afirma Kamen que estos frescos responden a una acción de gracias a Dios por esos triunfos, no para exaltar su poderío militar.

Sala de Batallas, simple corredor a sus estancias privadas, no un gran salón para su gloria.

El capítulo 8 desmiente que El Escorial fuese un centro de fanatismo religioso. No le gustaban al rey los Autos de Fe. Ninguno se celebró en El Escorial. Su colección de reliquias era normal en cualquier rey de aquella Europa. Su agresiva y obstinada política en Flandes no iba destinada a extirpar el  protestantismo o el calvinismo, sino contra los rebeldes políticos. De hecho, el Papa le criticaba su tolerancia religiosa en Flandes y con Inglaterra.
 
El libro acaba en el capítulo 9, en el que critica, por su falta de objetividad, las múltiples falsedades dichas sobre el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, calificandolas de invenciones interesadas: liberales españoles, viajeros extranjeros del Romanticismo (Gautier, Richard Ford, Chateaubriand). Incluso la misma derecha intelectual lo despreciaba: Menéndez Pelayo o Cánovas del Castillo.
Las tres grandes críticas contemporáneas fueron: el elevado coste de su construcción, la distancia respecto de Madrid, y la envidia de otras Órdenes contra el protagonismo de los frailes Jerónimos en la corte hispana desde épocas medievales.
 
El Jardín de los Frailes, al lado sur del monastario.
En suma, un libro muy interesante de lectura -como todos los que escribe Kamen- con su polémica incluida, aunque con sus afirmaciones magistralmente demostradas con todo tipo de fuentes y documentos. El "pero" que le pondría es su gran extensión, lo cual hace un poco pesada su lectura. Y es que ya lo dijo el gran Baltasar Gracián: "lo bueno, si breve, dos veces bueno".
Kamen es consciente, desde el prefacio, de no escribir una guía turística al uso, pero incita a visitar ese municipio marileño tan agradable, prejuicios históricos aparte.
 
CRONOLOGIA:
1527: Nace Felipe II en Valladolid, 21 de mayo.
1548 a 1555: Viajes a Europa. El 25 de julio de 1554 contrae matrimonio en Inglaterra. El 25 de octubre de 1555, abdica el Emperador Carlos V de Alemania, en Bruselas.
1557: Batalla de San Quintín, el 10 de agosto.
1558: Batalla de Gravelinas, julio. Paz de Cateau Cambresis, en octubre.
1559: Contratación de Juan Bautista de Toledo, arquitecto español residente en Nápoles.
1563: Inicio de las obras del Escorial, con la colocación de la primera piedra.
1567: Carta de Fundación y dedicación a San Lorenzo.
1575: Inicio de la Basílica.
1582: Batalla naval de Terceira, en Las Azores, 25 y 26 de julio.
1583: Final de las obras de la Biblioteca.
1584: Final de las obras de la Basílica y, oficialmente, del monasterio en septiembre.
1585: Ocupación de los aposentos del rey.
1586: Bendición de la Basílica, agosto.
1588: Desastre de la Armada Invencible ante los ingleses.
1595: Consagración de la Basílica, 30 de agosto.
1598: Fallece Felipe II en el Monasterio de San Lorenzo del Escorial, 13 de septiembre.

10 comentarios:

Perlimplín dijo...

Esta afirmación sobre el libro de Kamen: "No tuvo nunca poder fuerte, solo era rey de pequeños Estados y por separado", referida a Felipe II demuestra que la concepción del poder defendida por el Carlismo es la que se ajusta a la historia y tradición de las Españas.

Juan dijo...

En efecto, no fue tan absolutista como otros reyes de la Europa de su tiempo. El fallo que encuentro a la historia de España es la incapacidad para formar un Estado Nacional cohesionado. La unión de lo que hoy es Estado Español fue muy lenta. No la hicieron los Reyes Católicos de golpe. La "confederación" española que se da con los Austrias tuvo sus problemas y dió la crisis de 1640 en plena guerra contra Francia. Los Borbones no pudieron aplicar su centralismo. El federalismo pudo haber sido la solución pero falló. Las autonomías actuales, ideadas por la II República, aún no han solucionado el problema de cohesión nacional, a pesar de sus innegables logros frente al centralismo franquista. Pero no se trata de volver a antes de los Decretos de Nueva Planta.
Gracias por tu comentario.

Perlimplín dijo...

Sin embargo, las autonomías ideadas por la II República, no pudieron evitar las tensiones separatistas, sobre todo en las provincias vascas. Mientras existió el respeto a los Reinos, señoríos, Virreinatos y distintos territorios de la Corona, no existieron tensiones separatistas -salvo, es cierto- la muy importante de 1640.

No obstante, con respecto al "separatismo" catalán de 1640 hay mucha falsificación ideológica interesada: Casanova peleaba "per la millor Espanya" y los segadores se levantaron al grito de "¡Viva Cristo!"

José Luis de la Mata Sacristán dijo...

Felipe II ha sido el mayor "blanco" de la leyenda Negra, se le han atribuido vicios y maneras que no fueron tales, se trató de un príncipe y un rey renancentista.

Juan dijo...

Luego sigo señores que tengo que salir. Esta tarde continúo en las dos entradas. No tengo tanto tiempo para contestar. En este plan se pone la cosa buena.

Cayetano dijo...

Muy buena entrada.
Felipe II no era ni más ni menos autoritario que los monarcas de su tiempo.
Aunque el propio Kamen reconoce que Felipe II quería evitar "el contagio" ideológico y religioso exterior, aislando a España del protestantismo, mediante la prohibición a Castilla (1559)y a Aragón (1568) de estudiar en el extranjero y mediante la censura de libros, también es verdad que flaco favor hizo Franco a Felipe II con su admiración particular, imitándole en lo del aislamiento, la devoción fanática a Teresa de Jesús, contemporánea del Rey Prudente, y la construcción del Valle de los Caídos, una especie de nuevo "Escorial".
Te envío un par de enlaces sobre Kamen y otro sobre Trevor J. Dadson, con sus historias comparadas, por si te apetece echarles un vistazo. A ver qué te parecen.
http://www.elpais.com/articulo/opinion/FELIPE_II_/REY_ESPANOL/imprudencia/rey/prudente/elpepiopi/19981227elpepiopi_7/Tes
Un saludo

http://books.google.es/books?id=Tjca-zyCKtsC&pg=PA20&lpg=PA20&dq=Prohibici%C3%B3n+de+estudiar+extranjero+por+Felipe+II&source=bl&ots=eLXGtKGXTK&sig=fec3iwbi-U1N3l-0eDWs_YkL1e0&hl=es&ei=A5mbSv23NMahjAeapfGeBQ&sa=X&oi=book_result&ct=result&resnum=7#v=onepage&q=Prohibici%C3%B3n%20de%20estudiar%20extranjero%20por%20Felipe%20II&f=false

Juan dijo...

Hola Cayetano, gracias por tu sugerencia, de todas formas te voy a enviar dos páginas escaneadas del libro. Kamen es un historiador que me gusta mucho y es el que me está haciendo aficionarme a la Historia Moderna, que la tenía en segundo plano, ya que la mía es la Contemporánea.
Saludos compañero.

Juan dijo...

Amigo Perlimplín, desde luego que "falsifica ideológica e interesadamente" el nacionalismo catalán y no al revés. Los primeros nacionalistas catalanes (auténticos mitos para CiU o ERC)se sublevaron contra la Corona española en 1640, efectivamente, y se entregaron sumisitos ellos a la Francia de Luís XIII: Pau Claris, Francesc de Tamarit y Josep Miqel Quintana. Como bien sabe vuecencia, se dieron cuenta de lo que eran "los Borbonzuleos Gabachones" y pronto pidieron el regreso a los "españoles" que querían "acabar" con sus fueros tan maravillosos (Unión de Armas del Conde Duque de Olvares, don Gaspar de Guzmán, para más señas). Llegaron, incluso a pedir ayuda a la Corona, y tuvo que ir el bastardo de Felipe IV, Juan José de Austria "el apagafuegos" como le apodaban, para dar caña y acabar con aquél movimiento de "Els Segadors". Estos sucesos ocurrían en ¡¡¡1640!!!
Le digo esto porque veo qie está vuecencia enterado, aunque superficialmente, cómo me decía a mí en su primer comentario de la entrada anterior. ¿Por qué le digo esto? Porque le han falseado a ud señor Perlimplin, ¡¡¡Rafael Casanova no había nacido todavía en 1640!!! El amiguete Casanova, al que se hacen ofrendas florales cada 11-S, en el Fosar dels Moreres, no cascó heroícamente en el asalto de los centralistas Borbones al mando del Duque de Berwick. Heroico fue el pueblo anónimo de Barcelona y los líderes que sí murieron en ese asalto, muy resistido por cierto. El tal Casanova pidió perdón al Borbón y se sometió a él. Murió de vejete y muy fiel al Borbón. Por tanto mitos fuera, pleased.
Estudie ud más historia, que esos fallos sí que son graves, no el mío, pues no recordaba bien el nombre del funcionata de Correos de Talavera.
Saludos señor Perlimplín. No toda la historia es Carlismo.
Este blog es de historia y no de difusión ideológica. Puede ud comentar cuando quiera, pero le recuerdo que ésta es una entrada de Felipe II, no de "carlismo".
Saludos Perlimplín.

Perlimplín dijo...

Uff, es verdad, he confundido 1640 con 1711! Metedura de pata...

Juan dijo...

No se preocupe hombre, que fallos los tenemos todos, tanto carlistas como demócratas.