miércoles, 5 de octubre de 2011

MAPAS DE LA GUERRA CIVIL (3ª PARTE, 1938)

1938: EL TERCER AÑO DE GUERRA
Empezaba el año 1938 y la guerra iba estar ya los siguientes doce meses en Aragón y Cataluña. Allí, la guerra se iba a decidir, junto a los límites septentrionales de la Comunidad Valenciana: Aragón, el Maestrazgo y el Baix Ebre. El tributo de muerte por ambos bandos llegaba su cénit en la sangrienta batalla a orillas del Ebro catalán, inclusive superior a la no menos violenta de Teruel. Ese mes enero la República, herida de muerte, aún iba a vender cara su agonía. Los errores de Franco y la coyuntura de tensión prebélica en Europa otorgarán algo de incertidumbre sobre el triunfo final de los sublevados. Aún quedaban quince meses de hablar las armas.


LA BATALLA DE TERUEL: EL STALINGRADO ESPAÑOL
Ya en diciembre de 1937, perdido el frente del norte, el Estado Mayor republicano planeó una ofensiva en Extremadura y un desembarco en Motril, si embargo, necesitaba antes una ofensiva en Teruel. Empezaba una batalla que más se iba a perecer a la Stalingrado que a una batalla peninsular. Una excepcional ola de frío se abatió sobre España y los combates se iban a librar por debajo de los 10º a 15º bajo cero. Una batalla de la que tuve testimonios vividos en primera persona de un familiar ya fallecido y sus penalidades cotidianas. El célebre fotógrafo Robert Cappa ofreció su documento gráfico impresionante y su compañera fue destrozada por un tanque.
El 15 de diciembre Teruel es asediado y atacado el 25. Franco, alarmado, ordenó un contraataque. Los republicanos, muy confiados, no contaban con la contraofensiva, por lo que el 28 casi se rompe el cerco. Hasta el día 1 de enero de 1938 no son rechazados los ataques franquistas. El 5 de enero capitulaba Teruel desobedeciendo la orden de Franco de resistencia a ultranza del coronal Rey D’ Ancourt. Era la primera capital de provincia tomada por la República. El coronel, asesinado a finales de la guerra, entró en la lista negra de la historiografía franquista y sus restos no fueron inhumados en el posterior monumento del Valle de los Caídos en las cercanías de El Escorial.
Franco, muy contrariado, decidió no ceder por prestigio ninguna capital de provincia, por lo que el 17 lanza otro contraataque con aviación alemana, aunque la tenacidad republicana logró una buena defensa y su detención. Ante el nuevo fracaso decidió del 5 al 7 de febrero asediar a las tropas republicanas por el río Alfambra. Con esta hábil maniobra, pudo aniquilarlas y lanzar un ataque sorpresa a Teruel el 17. Tras durísimos combates, los nacionales entran en Teruel el día 22 de febrero. Las pérdidas republicanas fueron muy altas, por lo que la superioridad de los rebeldes será ya aplastante y anulará cualquier intento de resistir de los republicanos.

Soldado a las puertas de la plaza de Toros de Teruel.

LA PARTICIÓN EN DOS ZONAS DEL TERRITORIO REPUBLICANO
El 9 de marzo, casi sin descanso tras Teruel, se inicia la ofensiva de Aragón. El 16 se detiene la gran ofensiva por la dura resistencia de Caspe, que cae el 17. Ese mes Hitler ocupaba Austria y Mussolini bombardea salvajemente Barcelona. El resto del mes los republicanos pierden Aragón por completo y el 3 de abril Yagüe entra en Lérida. Por el sur se ocupa el Maestrazgo, llegando el día de abril a Vinaroz, quedando el territorio republicano partido en dos zonas. El 19, con la toma de Tortosa, quedan los republicanos en la orilla izquierda del Ebro.
Ese mismo mes, en Burgos, Yagüe exaltó el heroísmo republicano y criticó a Franco, proponiendo la paz honrosa para todos. La soberbia del caudillo hizo que fuese un tiempo apartado del mando.

EL ERROR ESTRATÉGICO DE FRANCO: EL ATAQUE A VALENCIA
En los últimos años se ha puesto en duda la aptitud militar de Franco y su anacronismo con las guerras del siglo XX. Durante toda la guerra practicó la guerra de aniquilamiento, sin usar las nuevas ventajas de la guerra-relámpago, tan ideada por los alemanes para evitar una guerra larga de trincheras como ocurrió en la Primera Guerra Mundial. Los estrategas de la Legión Cóndor se desesperaban al no poder aplicar y experimentar esta guerra en España. Los generales españoles y los agregados militares alemanes fueron desoídos por Franco en sus opciones de atacar Cataluña, casi desguarnecida.
Por el contrario, Franco decide atacar Sagunto el 23 de abril. La lluvia y la resistencia republicana detuvieron el avance a finales de mayo, a pesar de los bombardeos de la Legión Cóndor. Los alemanes bombardearon Barcelona, Valencia y Alicante, además de los mercantes interceptados para evitar contactos entre las zonas republicanas. Los bombardeos a barcos británicos dieron protestas diplomáticas que a punto estuvieron de desatar la II Guerra Mundial. En julio es el ataque a Valencia. Tras duros bombardeos, los republicanos resisten y detienen la ofensiva a 40 Kms el 24 de julio. El 25 comenzaba la batalla del Ebro.
La guerra pudo acabar el verano del 38, pero el error estratégico de Franco, la prolongó casi un año más. El Ebro pudo costar a Franco una victoria que casi tenía en las manos.

EL PRIMER GOBIERNO DE BURGOS, ENERO DE 1938
En 1938, Franco, seguro de su triunfo, decide dar forma a su futuro régimen, el cual descartaba la mera restauración de la monarquía alfonsina, lo cual amargó profundamente a Alfonso XIII en su exilio, así como a su único hijo sano, sin hemofilia: Juan de Borbón. Formó su primer gobierno en Burgos el 3 de enero. La tónica de los diferentes gobiernos de Franco va a caracterizarse por la heterogeneidad calculada. Dicha mezcla de personas de ideología diversa (incluso enfrentadas verbalmente entre sí) responde a la mayor facilidad de Franco para evitar la preponderancia de alguna corriente que hiciese sombra en su autoridad. Se puede decir que aplicaba eso de: “divide y vencerás”. Los grupos políticos que van a participar en el gobierno a lo largo de las tres décadas y media que va a durar la dictadura franquista tenían, sin embargo, un nexo de unión entre su diversidad: el odio a la democracia republicana, su común enemigo a destruir. De todas formas, según la cambiante coyuntura histórica a los largo de tan dilatado periodo de tiempo, había ligero dominio de una tendencia sobre las demás. En este primer gobierno, y en los que llegan hasta 1945, los falangistas, más proclives al fascismo totalitario inspirado en el régimen mussoliniano, liderados por el “cuñadísimo”, Ramón Serrano Súñer, van a tener cierta mayoría y poder decisorio. Junto a ellos participaban carlistas, monárquicos alfonsinos, católicos ex-cedistas y militares. Dicho gobierno promulgó el Fuero del Trabajo, que derogaba las conquistas sociales de la II República, inspirado en la Carta del Lavoro del régimen fascista italiano Resulta curioso que el ministro de Educación Nacional, el encargado de la típica depuración ideológica de cualquier dictadura, Pedro Sáinz Rodríguez, el especialista en la literatura mística castellana del siglo XVI, acabó siendo expulsado del mismo por su vida prostibularia. Su monarquismo a favor de don Juan le empujó al exilio en Lisboa hasta 1969. Poco a poco se implantó la censura de prensa, fin de la autonomía catalana, etc. La Iglesia recuperó su plena influencia social.
El gobierno de Burgos.

LA BATALLA DEL EBRO (JULIO-NOVIEMBRE)
Tras la caída de Indalecio Prieto por la derrota de Teruel, Negrín asume la cartera de Guerra y propone resistir a ultranza, con la esperanza de alargar el conflicto y hacerlo coincidir con la nueva guerra que se daba ya por segura a corto plazo. El 1 de mayo elaboró una oferta de paz basada en varios puntos: plebiscito sobre la forma de gobierno, libertades básicas, descentralización autonómica, reforma agraria, amnistía, etc. Era el último intento de preservar la democracia después de la guerra y una respuesta a la política reaccionaria de Franco. La República necesitaba atacar, retrasar la guerra y conectarla con la mundial o, una paz negociada.
Franco despreciaba al ejército republicano y negó refuerzos a Yagüe, alarmado ante movimientos republicanos al otro lado del río. La noche del 24 al 25 de julio se cruza el Ebro por varios puntos aprovechando el silencio de la noche y la intención de dar el efecto sorpresa. El 27 el éxito era total, a pesar de la aviación rebelde. Sólo a inicios de agosto se detiene el avance por fuertes refuerzos de Franco.
Detenida la ofensiva, la solución lógica sería atacar Cataluña, pero Franco volvió a dar muestra de imprudencia: quería retrasar la guerra y perder miles de soldados para aplastar al enemigo por completo sin tener en cuenta esa posible guerra europea. El 6 de agosto contraataca y el 10 se interna en las intrincadas sierras costeras catalanas de Cabals y Pándols. Los republicanos le frenan en ese terreno favorable para su defensa. La situación pareció tan indecisa que Mussolini pensaba a finales de agosto en una paz negociada. El 2 de septiembre desde el Coll del Moro, Franco volvió al ataque de nuevo. Volvió a ser detenido.
En septiembre, Negrín se entrevistaba en Suiza con el duque de Alba. En esos momentos la situación era de incertidumbre. Las democracias occidentales empezaban a dar muestras de simpatía por la República. Franco se había quedado momentáneamente sin la ayuda italo-alemana. El 28 de septiembre se celebró en Munich una conferencia en la que Francia y Gran Bretaña daban carta blanca a Hitler para engullirse la República Checa y la formación de un estado pro nazi en Eslovaquia. No estallaba la guerra en Europa y el führer vuelve a apoyar a Franco. Era la última posibilidad de la República de haber podido cambiar la suerte de la guerra.
Sin la ayuda soviética y la frontera francesa cerrada, el 30 de septiembre volvía el ataque franquista a la sierra de Cabals. Tras un octubre de sangrientas luchas cuerpo a cuerpo, el 4 de noviembre los republicanos volvían a la otra orilla del Ebro. El 17 la batalla terminaba con triunfo de los nacionales.

Paso del Ebro en Miravent al inicio de la batalla.

1938 había transcurrido entre ofensivas violentas y a la desesperada de los republicanos respondidas a su vez por los ejércitos franquistas, ocasionando la resistencia consiguiente de los mismos. Un ejército muy inferior ya en armas y número, había resistido tenazmente y ya casi estaba al borde del colapso. Esta tónica ya se había observado el año anterior en Brunete y Teruel. Como siempre, tras una dura batalla, había un periodo de recomposición de ambos contendientes. Franco, sin embargo, ya había comprendido la necesidad de acabar la guerra y no cedió ante una hipotética tregua navideña. Se iniciaba la campaña de Cataluña, cuyo desarrollo es ya parte del mes de enero de 1939.

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Interesantísima crónica de esta fase de la guerra civil.
Tal como destacas, creo que Franquito en lo militar era bravo personalmente pero una nulidad como estratega. Lo suyo eran las cargas contra moros, cortas y de pocas tropas.

Los alemanes siempre lo miraron como a un mindundi en lo militar. También mucho de sus indecisiones se debáin a un plan de eliminar todo rastro de republicanismo allí por donde pasaba y esa limpieza le suponía un gran retraso de avances.

Es curioso y real lo que cuentas de varios personajes :
1.-Pedro Sáinz Rodríguez. Era el mayor y más profesional conspirador de España, primero contra la República y después contra Franco desde Estoril. Fue idea suya la de que Franquito designara a Juan Carlos como su sucesor, a espaldas del aspirante Don Juan, y que Franco aceptó llevándose a los hijos del Borbón a España a educarlos él. Lo hizo, Sainz, a través de fieles franquistas que eran monárquicos como el Teniente General Kindelán.

2.- coronal Rey D’ Ancourt. Hombre brillante y con honra que no quiso que hubiera más muertos inútiles. Franco lo deshonró y no sé si no dió orden de fusilarlo.

Cayetano dijo...

Franco ganó la guerra porque la ayuda recibida de sus aliados fue mucho mayor en hombres y armamento y por la férrea disciplina impuesta en su bando, no porque fuera un militar moderno con novedosas tácticas de combate. Él no era un militar del siglo XX, sino un africanista experto en las escaramuzas del siglo anterior. De hecho, el propio Mussolini, cuando el desastre de Guadalajara, puso a bajar de un burro a su homólogo Paco.
Un saludo.

Juan dijo...

En efecto Tella, ese Sáinz Rodríguez además de erudito de primera en literatura mística española, era un putañero compulsivo y se puso las botas con las mulatas angoleñas en su exilio de Lisboa. Ignoraba que fuese el que propuso a Juan carlos I como sucesor. Creía que era un fiel "juanista", pero veo que era más falso que Judas.
Sobre Rey D´Ancourt decir que era un militar profesional, lo cual no es sinónimo de asesino africanista. Su postura le hizo víctima a toro pasado de Franco. Otros como el general Aranda o Juan Bautista Sánchez, capitán general de Cataluña y muerto en extrañas circunstancias, entraron en la lista negra de los que no le decían "Sí Bwana" a todo y simpatizaban con la monarquía "juanista". Su final fue trágico, cómo sabes fue asesinado en los días del invierno de 1939 cuando se retiraban los republicanos hacia Francia.
Gracias por tu comentario y tu información que desconocía.

Juan dijo...

Hola Cayetano, en efecto era un militar anclado en el pasado. Si no hubiese sido por la ayuda de los totalitarios no hubiese ganado ni de coña la guerra. Tussel decía que hasta el Desembarco de Normandía no se percató de la derrotaa del Eje, ni más ni menos que en junio de 1944, cuando los más avispados sabían que la guerra se perdió tras el fracaso de la Batalla aérea de Inglaterra. Su hermano Nicolás lo supo tras Stalingrado en 1943.
Saludos Cayetano.

Mari-Pi-R dijo...

Está bien reconocido que fueron territorios difíciles de conquerir, porque tuvieron la ayuda extranjera de lo contrario quizás nunca hubiesen ganado.
Abrazos Juan y muy buen reportaje

Juan dijo...

Encantado Mari-Pi-R de que te sean de provecho estas entradas de nuestra historia aún dolorosa. En efecto Franco ganó la guerra por la abrumadora ventaj que tení gracias a la ayuda exterior. Bastante hizo la República con resistir durante casi tres años la de los stukas alemanes, de los voluntarios italianos y de los rabiosos marroquíes.
Saludos y muchas gracias por tu visita.

desdelaterraza-viajaralahistoria dijo...

Efectivamente, aquel invierno del 37-38 fue gélido. Mi padre, que estaba en la zona de Guadalajara, me contó que una mañana encontraron a dos soldados, no me dijo de qué bando eran, que al parecer se detuvieron para pasar la noche y dormir. Los descubrieron en el interior de un camión, congelados, con el rostro sonriente, muertos por el frío. Tan terrible como la propia guerra.
Un abrazo Juan.

Juan dijo...

Hola DLT, mi padre estuvo en Teruel y me dijo lo mismo, que morían riéndose. La verdad es que nosotros ni nos podemos imaginar lo que es una guerra, y esperemos que nuca lo experimentemos en nuestras propias carnes.
Saludos DLT y muchas gracias por tu visita.

Fotos Antiguas de Mallorca dijo...

Estupendo relato cronológico que nos cuentas Juan y ademas de manera amena y fluida como nos tienes acostumbrados.

Cuando lo leo, veo la barbaridad de una lucha fratricida entre hermanos españoles, por culpa de unos mediocres politicos y otros miserables militares. Lo de los hermanos no es una metafora, ya que hay constancia de familias rotas en que la mitad de hijos se iban a unirse a los golpistas y la otra mitad a defender la Republica. ¿Quien no puede asegurar que esos hermanos se disparáran entre ellos en la batalla del Ebro? Terrible.

Y raro es que Franco no hiciera fusilar a Yagüe por proponer un armisticio, sabiendo como se las gastaba el enano.

Saludos y a por la próxima entrega compañero!

Juan dijo...

Hola Retro, pues sí, desde luego, las guerras civiles es lo que tienen, al ser entre compatriotas y por motivos idológicos, los frentes opuestros hablan el mismo idioma y hasta enfrentan a las mismas familias. Y una cosa peor: las retaguardias son peores, pues una ocupación extranjera intenta ganarse a la población sometida para ganársela y favorecer la ocupación-anexión. Sin embargo, en una guerra civil, los que están en retaguardia pagan el pato y la represión es peor. También salen a la luz las envidias y rencillas entre vecinos o rivales de cualquier tipo: deudores, etc, lo que hace que la guerra se aproveche para destapar más odios aún, y más deseos de desquitarse y arreglar cuentas pasadas.
Saludos Retro y ya voy elaborando la cuarta y última de la serie.

José Luis de la Mata Sacristán dijo...

Sobre la batalla del Ebro, conservo una circular ferroviaria en la que Franco daba las gracias a los ferroviarios por su trabajo en el movimiento de tropas durante la batalla del Ebro....

Juan dijo...

Y sin embargo, los ferrocarriles estaban de pena, de hecho Franco llegó tarde a la cita de Hendaya con Hitler no por su burla al Fhürer como luego dijo, sino por ese desastroso estado.
Saludos José Luis.