sábado, 6 de junio de 2009

PASEO POR SALAMANCA (III)

Reanudamos nuestro paseo tras dar una buena satisfacción al paladar y al estómago. Salimos de la Plaza Mayor, según vemos en el plano marcado.
Plano de Salamanca

Plaza Mayor
La Plaza Mayor es el corazón de la ciudad, donde los estudiantes, turistas y ociosos pasean, quedan, se reúnen, etc, bien al sol cuando sale, o bajo sus soportales cuando llueve o hace frío. La tuna turística suele hacer acto de presencia las más de las veces.
El cuadrado está dominado por el Ayuntamiento. Es un conjunto barroco-churrigueresco del siglo XVIII. Su decoración es muy recargada.
Por la Calle Prior se llega a la Plaza de Monterrey, dominada por su imponente palacio de igual nombre, propiedad de los duques de Alba. Es un buen ejemplo de arquitectura plateresca civil y palaciega.

Palacio de Monterrey

Seguimos por a Calle Ramón y Cajal, dejando a nuestra derecha el templo de la Purísima, en la que destaca su gran cúpula, para llegar al Colegio de Fonseca. Es un edificio ya purista, es decir, de los años centrales del siglo XVI, años en los que la decoración recargada se va simplificando y se van adoptando ya formas más italianizantes. Hoy el edificio organiza actos culturales universitarios. Diremos que, en su patio (algo dejado), se encuentra un restaurate muy económico pero de gran calidad de su comida para ser menú del día. Es agradable almorzar en su comedor, del siglo XVI.

Colegio de Fonseca


Subimos por la Cuesta de San Blas para cruzar la Calle de la Compañia. Se cruza la Rúa Mayor y se llega a la Calle de San Pablo, por la que bajamos para llegar al convento de las Dueñas. Este claustro es de una tranqulidad y silencio increíbles, en pleno centro bullicioso de la ciudad. La entrada es cara y solo es para ver ese claustro de las monjitas.

Claustro de las Dueñas

Ya muy próximo se encuentra el convento de los Dominicos o de San Esteban. Su fachada es un tratado de plateresco. Su color, similar al resto de las obras de la ciudad toma un aspecto rosado según la luz del sol. Es caracteristico de la piedra de las canteras del Tormes, d donde se extraen las piedras de constucción. Es aconsejable ver su interior, tanto el museo, como el claustro, con las tumbas de los dominicos ilustres y la basílica.
Fachada de San Esteban o los Dominicos

La visita a la ciudad acaba, saliendo a la Calle del Rector Esperabé y volver al Puente Romano, donde iniciamos la visita. Este paseo está pensado para hacerlo en un día y ver la Salamanca esencial, la que hechizó a Cervantes y tantos y tantos religiosos, escritores, políticos, estudiantes, turistas, etc. Desde luego que hechiza y deja deseos de volver las veces que sea necesario.

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