lunes, 1 de junio de 2009

PASEO POR SALAMANCA (II)

ALGUNAS EXPLICACIONES ARTÍSTICAS
Vamos a hacer una pausa en nuestro paseo para ver bien esos monumentos y sus estilos correspondientes de manera muy breve.
En el Puente Romano sobre el Tormes se inicia la novela de "Lazarillo de Tormes". Como es sabido es la que inicia el género de la novela picaresca que tan buena acogida tuvo los siglos XVI y XVII.
Salimos de Salamanca, y llegando a la puente, está a la entrada de ella un animal de piedra, que casi tiene forma de toro, y el ciego mandóme que llegase cerca del animal, y allí puesto me dijo:
-Lázaro; llega el oído a este toro y oirás gran ruido dentro dél.
Yo simplemente llegué, creyendo ser así. Y como sintió que tenía la cabeza par de la piedra, afirmó recio la mano y dióme una gran cabaza en el diablo del toro, que más de tres días me duró el dolor de la cornada y díjome:
-Necio, aprende que el mozo del ciego un punto ha de saber más que el diablo.
Y rió mucho la burla.
Como sabemos los lectores de la novela se iniciaba un viaje que les llevaría a la meseta sur y a Lázaro hasta Toledo. El toro de piedra es un verraco, muy típico de los pueblos prerromanos de la zona, a ambos lados del Sistema Central. Semejantes son los Toros de Guisando en la provincia de Ávila. Este puente era el paso del río de la calzada de la Ruta de la Plata, por donde los romanos sacaban el oro de Las Médulas, en el Bierzo leonés.

EL ARTE ROMÁNICO, SIGLOS XI-XII
Este estilo es el primero, ya original y de categoría, de aquella Europa bárbara y medieval. Su sentido es muy simple: una bóveda de piedra muy pesada tiene que ser sostenida por unos muros no mens gruesos. Eso muros pétreos y macizos apenas permiten vanos, los cuales son abocinados. Los edificios son, por tanto, muy lúgubres y oscuros, muy propios de aquella mentalidad feudal y teocrática. Los edificios son de reducidas dimensiones. La catedral vieja salmantina tiene una cúpula con decoración escamada, muy típica dela zona occidental de la meseta y similar a a la colegiata de Toro, la catedral de Zamora o la de la extremeña Plasencia. No fue demolida y pudo conservarse y ver su dimensión adosada a la gótica.

EL ARTE GÓTICO, SIGLOS XIII-XVI
El gótico es revolucionario en el siglo XIII. Tras su nacimiento en Ile de France, es el estilo de la burguesía naciente que busca demostrar su poder urbano. El arqutecto logra hacer que el muro no aguante la techumbre, la cual descansa en enormes pilares de columnas interiores. La bóvedad de crucería a modo de nerviaturas, es menos pesada que la de cañón románica. El muro es, por tanto, para cerrar el templo del exterior. Esta fragilidad permite grandes ventanales de cristales policromados que dan a los interiores una luminosidad única, con colorido y claridad. La catedral de Salamanca es del siglo XVI, del llamado gótico flamígero, una etapa caracterizada por el exceso de ornamentación y las bóvedas de treceletes, muy alejadas de la simplicidad de aquellas simples de crucería. La profusa decoración de los muros adelanta ya el Plateresco. La cúpula del cimborrio es enorme y destaca a lo lejos. Es ya del XVIII o del Barroco tardío.
La visita permite ver desde los triforios de los pies, las dimensiones de las dos plantas. También se puede pasar de una a otra por los tejados. Así se comparan las domensiones entre ambas y los arbotantes exteriores de la gótica. Uno de los mayores atractivos de la ciudad, que permite comprender mejor ambos estilos arquitectónicos.

EL PLATERESCO, PRIMER TERCIO DEL SIGLO XVI
Es el estilo salmantino por excelencia. La decoración llega a su exageración. La fachada de la Universidad es su ejemplo mejor. Nos encontramos ante un telón que oculta el viejo edificio medieval y con sus pináculos góticos. Grutescos, follajes, formas vegetales, curvas, contracurvas, medallones con bustos, escudos, cornisa con balaustrada, etc, hacen del autor más bien un escultor que un arquitecto. El nombre se debe a su semejanza con la decoracón de vasos de plata u oro, es decir de los plateros que realizan estas obras de orfebrería. Este estilo será el que domine la ciudad de la época de Carlos I, un estilo muy alejado aún de las formas italianizantes, llamadas también puristas.

EL BARROCO, SIGLO XVII
Tras el Plateresco, cualquier otro estilo queda como secundario en Salamanca. La Clerecía, el edificio de los jesuitas, es el máximo exponente. del Barroco. Este estilo tiene en España tres fases claras: la inicial, simple y de poca decoración, de influencias herrerianas, del primer tercio del XVII; la segunda, la de mediados del siglo, que es a la que pertenece el edificio. La decoración es ya más abundante. La tercera fase es la llamada churrigueresca, de decoración exagerada ya, que ocupa los años finales del siglo y hasta casi la pimera mitad del XVIII, que es cuando se terminan las obras. El claustro es uno de los mejores de España.

EL NEOCLÁSICO, SIGLO XVIII
Poco a poco vuelve la decoración menos exhuberantey con elementos más geométricos y clásicos. San Bartolomé o Anaya es su ejemplo mejor. Destaca el gran frontón triangular y su columnata sobre la escalinata.

EL MODERNISMO, SIGLO XX
Y ya, como originalidad, destacar la Casa de Lis o del rector Esperabé. Es de este estilo de la Belle Epoque. Destaca sobre todo la fachada posterior que es una cristalera abierta al Tormes. Destaca su museo interior, también modernista.

LAS TAPAS
Tras este paréntesis de arte, como se calcula estemos en el mediodía, se impone comer y beber. Salamanca es la ciudad de las tapas. Se puede comer de tapas. Son contundentes y los camareros, tras poner las bebidas te preguntan sobre qué tapa quieres entre el amplio surtido en sus mostradores. La morucha es la carne roja de la tierra,la carne de los toros de lidia que pastan en sus buenas dehesas de encinas al sur de la ciudad. También decir que en la provincia se curan los jamones y embutidos "ibéricos": Béjar, Guijuelo, etc. Eso quiere decir que el género es de lujo. Ibéricos de Salamanca. También es típico el cochinillo, tanto asado (de la zona de Peñaranda) como "cochifrito" (más al sur, más de Béjar y piedemonte de Gredos). Los hornazos son panes con un huevo o un chorizo dentro. El vino que domina es el de Ribera del Duero. También el de Toro.
Cerca de la Plaza Mayor se encuentran Mesón Cervantes, Casa Paca o el Bambú, lugares donde esas tapas se degustan bien y donde acuden los salmantinos. Tras la comida un buen café se puede tomar en el típico Café Moderno, donde iba Torrente Ballester a sus tertulias ydonde tine su estatua en la que fuera su mesa habitual.
Otra zona de tapear y fuera del centro, o sea, muy de salmantinos, es la de Van Dick, en la zona norte. Es zona de bares, tascas y mesones donde los estudiantes se toman sus cañas y vinos y tapas.
Por la noche tienen sus bares de copas como: El Puerto de Chus, el Moderno, el Naval, Camelot, Cum Laude, etc, etc. En la zona de Gran Vía donde está esta "marchita".
Tras ello continuaremos la caminata en la próxima entrada.

3 comentarios:

Cayetano dijo...

Hace menos de un mes que estuve en Salamanca. Es un buen sitio para darse una vuelta, ver monumentos, tapear algo… Recuerdo que, tras las visitas de rigor a la Casa de las Conchas, la Clerecía, la Catedral nueva, la fachada de la Universidad, con su rana y todo, estuve cenando en la misma Plaza Mayor, en un restaurante con balcones abiertos en su segunda planta a la plaza iluminada. Aquella noche había un grupo de jazz actuando en la plaza, frente al balcón. Fue una gozada: unas buenas tapas, una botella de un excelente vino, la música, buena compañía… Esto debe ser lo más parecido a la felicidad.
Un saludo y no acerques la cabeza al verraco del puente, por si acaso.

Juan dijo...

Jajaja gracioso lo del verraco y Lázaro de Tormes. Pues sí, yo suelo ir dos veces al año a Salamanca y cada vez parezco estar en la felicidad: cuando voy cn amistades y cuando voy con alumnos mayores de 2º de Bchto que no me dan guerra.
Una ciudad única. Desde luego que e imagino la vidorra de los estudiantes de fuera, libres de la tutela de sus padres y de cachondeo tras las clases. Y estudiar en ese ambiente sobre todo Historia y Geografía. Todo un lujo.
Gracias por tus comentarios. Ya estoy preparando una tercera entrada ccon el recorrido que me falta y algo de sus pueblos como Candelario o La Añberca o Ciudad Rodrigo.

José Luis de la Mata Sacristán dijo...

efectivamente te veo muy puesto en el asunto del tapeo... que sería de la vida sin estas pequeñas licencias...